La presidenta Claudia Sheinbaum dio a conocer algunos de los principales ejes de la reforma electoral que su gobierno presentará en el próximo periodo ordinario de sesiones del Congreso de la Unión, con miras a ser aplicada en las elecciones federales de 2030.
Durante su conferencia matutina, Sheinbaum detalló que el objetivo de la reforma es reducir el costo de las elecciones en México, modificar la forma en que se eligen a representantes populares y replantear el funcionamiento de los órganos electorales, sin afectar —según dijo— su autonomía.
Entre los cambios propuestos destacan los siguientes:
- Reducción del financiamiento público a partidos políticos. La mandataria planteó que se disminuya el dinero que los partidos reciben de forma ordinaria, es decir, fuera de los años electorales, como una medida de austeridad.
- Eliminación de legisladores plurinominales. La iniciativa contempla desaparecer las diputaciones y senadurías por representación proporcional, mejor conocidas como “pluris”, para que todos los cargos sean electos mediante voto directo en distritos o circunscripciones.
- Ajustes a los ayuntamientos. Se busca reducir el número de regidores y síndicos en los municipios del país, en función del tamaño poblacional de cada localidad, con el argumento de hacer más eficiente la administración pública local.
- Elección ciudadana de consejeros del INE. Aunque no fue planteado como un punto firme de la reforma, Sheinbaum dijo que se está valorando la posibilidad de que los consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE) sean electos mediante voto popular, tema que ha generado polémica en anteriores propuestas.
La presidenta aclaró que la autonomía del INE “no está en juego” y que los ajustes buscan una mayor cercanía entre representantes y ciudadanía, así como una reducción en los costos de operación del sistema electoral.

La iniciativa será enviada al Congreso una vez que se instale la nueva legislatura en septiembre próximo. Se espera que el bloque oficialista de Morena, junto con sus aliados, cuente con mayoría suficiente para discutir y eventualmente aprobar reformas constitucionales.
Diversos sectores de la sociedad civil, académicos y especialistas en materia electoral han manifestado inquietudes sobre los posibles efectos de estos cambios, especialmente en lo relativo a la representación proporcional y la integración del INE.