Tras varios meses en los que Tulum enfrentó una caída severa en la afluencia turística y en los ingresos —un desplome que autoridades locales han intentado minimizar—, la secretaria de Turismo federal, Josefina Rodríguez Zamora, y la gobernadora Mara Lezama anunciaron la reapertura del acceso tradicional hacia las playas públicas por la ruta de la zona arqueológica, siguiendo instrucciones de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. Aseguraron que, a partir del 13 de noviembre de 2025, entrar a las cinco playas dentro del Parque del Jaguar sería completamente gratuito.
Sin embargo, la realidad en Tulum parece seguir otra lógica: la de los cobros disfrazados.
En redes sociales circula un video que contradice frontalmente el anuncio oficial. En la grabación, un joven exhibe los presuntos costos para poder acceder a las playas de este destino turístico, en un esquema que recuerda más a un club privado que a un espacio público.
“¿Para entrar aquí a la playa?”, pregunta el muchacho.
“Son 500 pesos del parquímetro y 3,500 por el acceso; ese monto se te devuelve en consumo”, responde un hombre a cargo.
@carlosdruckerg Solo quería entrar a la playa😵💫😂parte 2
♬ sonido original – druck
Cuando el joven insiste en que solo quiere pasar a la playa, el empleado le aclara que no se puede entrar sin consumir, y que tampoco está permitido llevar agua o alimentos. Para justificar el cobro, el encargado asegura que alrededor “solo hay selva” y que “por eso cobramos”.
Los precios exhibidos rozan el absurdo: hamburguesas de 1,500 pesos, aguas de horchata o jamaica, y un “platillo VIP” de ensaladas por 5,000 pesos, también ligado al supuesto reembolso en consumo. Todo mientras, paradójicamente, autoridades insisten en que el acceso es libre y sin costo.
El video termina sin mostrar si el joven aceptó pagar, pero deja una pregunta clave:
¿Tulum realmente reabrió sus playas al público… o solo cambió el tipo de peaje?






