Durante estas últimas semanas del año las compras se vuelven un caos con el Buen Fin, Black Friday, Navidad, Día de Reyes y las ofertas, promociones y carritos digitales llenándose a toda velocidad. La emoción pre decembrina, también trae historias que recuerdan que las ofertas más atractivas pueden acabar de la peor forma, tal como le ocurrió a dos familias en Cuernavaca, Morelos, que pidieron un celular y recibieron una caja con una piedra.
De acuerdo a lo relatado por los afectados, la compra de un teléfono celular Motorola Edge 50 NEO, se realizó a través de la página web del supermercado Aurrera, el pasado 31 de octubre con opción a recoger el producto en la sucursal ubicado en Plan de Ayala, pero al llegar por el teléfono, la sorpresa fue monumental, la caja tenía adentro una piedra, como si alguien hubiera intentado imitar el peso del equipo.


A raíz de esto, el consumidor denunció los hechos en un medio local con la esperanza de que las autoridades hicieran algo al respecto además de alertar a otras personas, y es que, a un mes de los hechos, esta familia sigue sin obtener respuesta, solución, ni mucho menos un reembolso y ni siquiera lo han dejado hablar con el gerente, y cada visita termina en largas esperas sin ningún avance.
Aunque parezca increíble, las estafas con cajas rellenas de piedras, arena o hasta tablas de madera se han vuelto más comunes con el auge del comercio electrónico y los envíos a sucursal y es que los estafadores aprovechan el aumento de compras para colar paquetes falsos o manipular órdenes antes de que lleguen al cliente.
Este tipo de casos se han reportado año tras año: laptops sustituidas por ladrillos, consolas cambiadas por botellas de agua o celulares reemplazados por objetos que simulan peso, y aunque las tiendas suelen tener protocolos de verificación, el volumen de paquetes en temporada alta facilita que algunas irregularidades pasen desapercibidas. Por lo que se recomienda revisar los empaques antes de salir de la tienda, grabar la apertura del producto y reportar cualquier anomalía de inmediato.


Estos incidentes no solo frustran a los consumidores, sino que podrían constituir incumplimientos graves a la Ley Federal de Protección al Consumidor (LFPC), vigente en México desde 1992 y actualizada en múltiples ocasiones para fortalecer los derechos del comprador.
De acuerdo con el Artículo 92 de la LFPC, los consumidores tienen derecho a elegir entre la reposición del producto o la devolución del monto pagado cuando el bien no cumple con las especificaciones prometidas –como recibir una piedra en lugar de un teléfono–.
En casos de productos dañados, como el celular con pantalla estrellada, la garantía mínima es de 90 días, y el proveedor debe reparar, reemplazar o reembolsar sin excusas, según el Artículo 43. Además, negar el acceso al gerente o dilatar la resolución viola el Artículo 7, que obliga a los proveedores a informar clara y oportunamente sobre cualquier irregularidad.






