De manera inesperada, Pedro Pablo Elizondo Cárdenas presentó su renuncia como obispo de la Diócesis de Cancún-Chetumal, luego de 21 años al frente de la Iglesia católica en Quintana Roo. La Santa Sede aceptó su dimisión y anunció de inmediato al sucesor: Salvador González Morales, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de México desde 2019.
El relevo fue dado a conocer este sábado mediante un comunicado oficial de la diócesis. El texto no especifica las razones de la renuncia, limitándose a expresar: “Nos unimos en acción de gracias y oración por el ministerio episcopal que inicia al frente de nuestra Diócesis”, en referencia al nuevo obispo.

Salvador González Morales, originario de Ciudad de México y de 51 años, es conocido como “Chavita” en círculos eclesiásticos. La Arquidiócesis de México, encabezada por el cardenal Carlos Aguiar Retes, agradeció su labor, destacando que se ha distinguido por “una vida firmemente anclada en Dios y totalmente dedicada al servicio de la Iglesia”.
La Conferencia del Episcopado Mexicano también expresó su reconocimiento al obispo saliente, quien forma parte de los Legionarios de Cristo y deja atrás más de dos décadas de liderazgo pastoral en la región.
Este cambio ocurre en un momento clave para la Iglesia en Quintana Roo, marcada por un crecimiento poblacional acelerado y desafíos sociales como la migración, la desigualdad y la expansión urbana. La llegada de González Morales abre una etapa decisiva para la relación entre la Iglesia y la vida pública en el estado.






