Desde la pasada administración que encabezó el hoy regidor Víctor Mas Tah, ha pasado un año desde que les llegó la transformación de cuarta al noveno municipio, encabezado por Marciano Dzul Caamal.
La gente que votó por él en su momento, lo hizo con la esperanza de tener mejores calles, alumbrado público y que se haría justicia a quienes según Dzul Caamal “habían saqueado las arcas municipales” y detenido el desarrollo social. En cambio; otros votaron por compromiso y por temor a ser despojados de sus predios.
Sin embargo, todo lo prometido fue una mentira del hoy munícipe de Tulum. Incluso, aún siguen muebles viejos y tirados en los pasillos del Palacio Municipal, el recinto en donde Marciano Dzul y todos sus funcionarios deberían atender las necesidades del pueblo desde el día que llegaron a servirse. Pareciera que olvidan que es desde ahí donde recaudan el dinero del pueblo. La actual administración ha dejado ‘caer’ el Palacio Municipal, tanto que el elevador sigue sin funcionar dificultando el acceso para las personas con discapacidad; las calles están peor que antes, la inseguridad ni se diga: sigue en aumento.
Hoy Tulum se mantiene como el municipio número 16 de los más violentos a nivel nacional y el único de Quintana Roo en este mismo rubro.
La zona maya ni se diga sigue en el abandono total y con el mayor rezago, pero desde palacio se presume ser el municipio con las tarifas hoteleras más altas del estado, la pregunta es y ¿A dónde van a parar todo ese dinero? Aquí les vamos a contar parte de ello:
Los tulumnenses sí han visto cómo han habido cambios, pero solo para los terrenos de Marciano Dzul Caamal y de sus familiares.
Ahí es a donde llegó la transformación desde el primer día: Al rancho y empresa de nombre “MARYTES” que se ubican en colonias apartadas de las zonas que debieran ser prioridad en inversión.
Resulta que el actual edil, sin reparo alguno inició su administración dotando de infraestructura y servicios a sus propiedades; hasta calles, red eléctrica y servicios de internet entre otras cosas les gestionó, todo disfrazando de acciones de gobierno, cuando en realidad es que ahí prevalecen intereses propios.
En su último informe Dzul Caamal mintió manifestando que había dotado de servicios en la colonia de nombre “Cristal”, colonia que él fundó y que es de su propiedad, pero fue desmentido por los propios ciudadanos, quienes señalaro que sí dotó de estos servicios, pero… solo en las partes donde él mantiene sus intereses.
Tristemente los habitantes a los alrededores solo se quedaron mirando, al igual que los de la Colonia “MARYTES”, que que también es de su propiedad, pero kilómetros más a fondo continúa dándole seguimiento a marchas forzadas a obras como: calle pavimentada, también le está metiendo energía eléctrica subterránea e internet, hasta sus guaruras fungen cómo capataces y verifican que la obra se lleve a cabo en forma. Por supuesto, Marciano Dzul está ‘metiéndole’ a marchas forzadas, antes que llegue el fin de su administración.
Marciano salió muy astuto y ladrón, por eso le autodenominaremos “El cacique de Tulum” y la verdad supera cualquier ficción y lo saben quienes viven ahí, no por algo su hermana; quien también gobernó Tulum, terminará con un grillete al terminar su periodo por temas legales “con el dinero de este municipio” y un periodo más tarde regresa Marciano a presidir este municipio por segunda ocasión y esta vez está empeñado en terminar su imperio y engrandecer su fortuna familiar bajo el manto de la Cuarta Transformación. Ahora, los tulumnenses deberán aguantar atropellos por tercera ocasión, muchos en Tulum tienen miedo de hablar de estos temas, manifestarse o siquiera, atreverse a pedir algo que pueda enojar al “Cacique Maya” y pueda haber repercusión. En tulum están condenados a quedar callados y solo observar como los pisotean los de apellido Dzul.
Los afectados inclusive, están amenazados por el presidente y todo aquel que se queje será acreedor a represalias o les quita la posesión de su predio y los echa del pueblo.
Locatarios dicen que cada que cumple años alguna lideresa, Marciano Dzul les envía un pastelito como regalo, pero a cambio solicita una foto en Facebook o en grupos de WhatsApp que se muestren agradeciéndole el gesto de Dzul Caamal, como un acto de generosidad.
A Marciano aún le quedan dos años para seguir saqueando este municipio, pero a los tulumnenses toda una vida para seguir de rodillas o asumir el riesgo de tomar su lugar y reconocerse como ciudadanos mandantes y enfrentar a este “Cacique Maya”, que su Mayor logro en esta administración fue colocar a la hija de su primer matrimonio, como diputada en la actual legislatura; todo esto con recursos públicos, sin reparo ni temor.
