A pesar de que Quintana Roo es uno de los estados con la actividad de la construcción más intensa, carece de regulación de desecho de cascajo, por lo que volqueteros optan por tirarlo en asentamientos irregulares, incluso, en áreas naturales protegidas del estado.
Christine Mc Coy, investigadora de temas urbanos de la Universidad del Caribe (Unicaribe), advirtió que el estado carece de un ordenamiento legal que ponga orden al desecho de material de la construcción.
“Es común que se lo lleven de las obras y lo vayan a tirar a cualquier lado”, criticó la académica.
La construcción es una de las principales actividades de Quintana Roo. Tan solo en 2021, aún con pandemia, se construyeron 6 mil nuevos cuartos de hotel en Cancún.
En todo Quintana Roo, en el primer trimestre del año, la construcción generó un valor de mil 973 millones de pesos, donde la edificación figuró como la actividad principal en el ramo.
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En un recorrido hecho por el medio en asentamientos irregulares de Cancún se constató la presencia de camiones volqueteros cargados de material que descargaban en los sitios.
Esto ocurre, explicó Antonia Sánchez, de 59 años, habitante de la invasión de la supermanzana 247, porque con ese cascajo ellos construyen los pequeños cuartos o palapas que habitan.
“Nosotros les damos una propina y nos dejan los camiones aquí y ya nosotros seleccionamos qué nos sirve. A veces con eso hacemos los caminos o lo usamos para las casas”, comentó Antonia. (24 horas)
