Pocos minutos antes de las 11:30 de la noche del jueves 27 de octubre, el estadio Andrés Quintana Roo de Cancún se iluminó en su totalidad para abrir el primero de los conciertos en México de despedida del “Big Boss” del Reguetón.
Las luces se apagaron para dar paso a un espectáculo de drones con una serie de figuras símbolo de la trayectoria de Daddy Yankee.
Entre las frases formadas destacaron: “La Última Vuelta”, “Legendaddy”, “Cancún” y “Viva México” entre otras.
Minutos después, el intérprete de “Llamado de emergencia” descendió al escenario desde su característico avión, creado por la serie de tecnología en proyección, animación y audio.
Aunque el concierto inició con cerca de dos horas de retraso, una vez arribó al escenario, el disgustó quedó en el olvido. Aunque el cantante ofreció disculpas señalando que hubo problemas con “la carga” refiriéndose a su equipo de sonido, no fue motivo para que los más de 20 mil asistentes dejarán de bailar y corear sus éxitos.
Si bien, durante todo el concierto la adrenalina de los asistentes se mantuvo al máximo, uno de los momentos que más reacciones causó en la fanaticada, fue al momento de interpretar “Despacito” uno de los éxitos más cantados a nivel mundial.
Llegada la 1 de la madrugada con 15 minutos, el momento esperado por muchos llegó: Daddy Yankee cerraba su visita a Cancún con “Gasolina” uno de sus temas que lo llevará a la cima del éxito en el género del Reguetón y de ahí que lo llamara: El Big Boss de este género musical, siendo un referente para los nuevos artistas urbanos.
1:25 am, Daddy se despidió agradeciendo el apoyo de los mexicanos en su carrera artística e iluminaron nuevamente el cielo con pirotecnia.