Estar embarazada en Navidad no equivale a renunciar a todo lo que la buena mesa te ofrece. Sólo necesitas seleccionar y tener un poco más de cuidado.
Los atracones no son buenos para nadie, esté o no embarazada. Pero, si esperas un bebé, es aún más importante seguir esta norma porque coger peso de más durante el embarazo no es buena idea. Si en estos días procuras no olvidarte de esto y te sirves raciones más pequeñas, aunque tomes más platos que de costumbre, mejor que mejor.
Alimentos no recomendados para embarazadas en Navidad
Evita las ensaladas y las verduras crudas en sitios en los que no tengas la completa garantía de que están perfectamente lavadas, por el riesgo de contraer toxoplasmosis o listeriosis.
El marisco es una de las viandas más habituales en Navidad. En este sentido has de asegurarte de que langostinos, bueyes de mar, gambas u otros platos de marisco que comas estén en óptimo estado de conservación (que no se haya roto el ciclo del frío, por ejemplo) y que estén perfectamente cocinados. Recuerda que concentra cantidades importantes de cadmio en las vísceras y en la cabeza.
En esta línea, sí que debes evitar a toda costa mariscos que se sirven crudos o prácticamente sin cocinar, tales como ostras o erizos de mar.
Al igual que en el caso de los mariscos, los pescados y carnes deben estar perfectamente cocinados. Si bien no hay unas contraindicaciones especiales en este sentido, más allá de la necesidad de limitar al máximo el consumo de pescado azul (atún rojo, por ejemplo), por sus elevados niveles de mercurio. Por el contrario, sí debes abstenerte de probar alimentos tales como los embutidos y pescados ahumados. La trucha o el salmón ahumado también pueden trasmitir la listeriosis a la embarazada.
En el caso de los embutidos, el riesgo tiene un nombre del que te hemos hablado en más de una ocasión: toxoplasmosis. Por parecidas razones, es decir, el procesado menor de los alimentos, también deberías evitar ciertos quesos, patés y foies.
Bebidas
Aunque el alcohol no haya que probarlo, existe una gran variedad de bebidas que podemos tomar. Además de cócteles sin alcohol, los refrescos y zumos están permitidos si no nos pasamos (los primeros suelen tener mucho gas y azúcar, así que es mejor consumirlos con moderación).
En cuanto al café de después de una buena comida, con tal de que reduzcamos el consumo diario a unas dos tazas no hay problema.
Dulces
Polvorones, turrón, peladillas, mazapanes… Al acabar la comida o la cena, la mesa suele llenarse de dulces de toda clase. Por supuesto, podemos probarlos y endulzarnos el día, la única norma es no abusar.
El estrés en Navidad embarazada
La Navidad es siempre época de jaleo, de carreras, de compras… Durante el embarazo, no os conviene (ni a ti ni al bebé) que te agotes o te sometas a situaciones de tensión innecesarias. En este sentido:
Planifica tus actividades dejando siempre márgenes de tiempo amplios
Adelanta las compras que puedas o hazlas por internet. Estos meses son perfectos para delegar en tu pareja, en tu familia, en amigos… Estarán todos encantados de ayudarte.
Si te notas muy cansada o estás a punto de salir de cuentas, intenta que no recaiga en ti el peso de las cenas de Nochebuena o Nochevieja (aunque te apasione la cocina). Es preferible que se encarguen otros.
Si estás embarazada en Navidad, mejor no trasnochar
Es cierto, en Navidad hacemos muchos planes nocturnos: cenas de empresa, copas con los amigos, las reuniones familiares… Bueno, no vas a estar embarazada muchas veces en tu vida, no pasa nada por renunciar un año a alguna de esas citas si estás cansada o se organizan en horarios intempestivos.
Pero, por supuesto, nadie sabe mejor que tú cómo te sientes: si te apetece ir, adelante. Eso sí, escoge ropa y calzado cómodos, intenta que el plan incluya la posibilidad de sentarte con comodidad y márchate cuando te canses.
Si cenas en casa de algún familiar en Nochebuena o Nochevieja, puede ser buena idea quedarse a dormir allí este año, para no salir a la calle en mitad de la noche y por si tú quieres retirarte antes. Y descansar un poco antes del evento también te vendrá bien.
Emociones maravillosas a flor de piel
No todo son restricciones, estar embarazada en Navidad te permitirá disfrutar de un montón de sensaciones únicas. Se nos ocurren estas, seguro que tú has pensado en más:
1.- Vives la emoción de saber que la próxima Navidad podrás enseñar a tu hija o tu hijo las luces, el belén viviente, los villancicos, la animación en las calles… Ves todos esos detalles con una mirada nueva… ¡y te encantan!
2.- De hecho, ya le vas explicando a tu bebé cuál es la magia de la Navidad cuando paseas o cuando estás tranquila en casa, sentada en el sofá mientras acaricias tu barriga.
3.- Posiblemente las próximas Navidades, con el bebé ya en casa, serán de todo menos tranquilas. No está de más disfrutar este año de la Navidad de una manera relajada y poniendo la atención en todos esos detalles que nos regala esta época tan especial.
4.- Si estás embarazada en Navidad, te sentirás más cuidada por tus seres queridos. Tu pareja, tus padres, tus hermanos, los compañeros del trabajo, los amigos… ¡Se preocupan de verdad de que estés bien!
5.- Y te sentirás más cuidada por el mundo en general. La combinación de espíritu navideño y empatía por las futuras mamás hace que la gente te ceda el asiento en el autobús más de lo habitual, que te sonrían, que te dejen pasar antes en la cola del súper…Todos esos pequeños gestos son muy reconfortantes.