Aproximadamente 17 mil personas viven en los 27 asentamientos irregulares que existen en la periferia de Chetumal, donde uno de cada 10 habitantes vive en condiciones precarias dentro de estos asentamientos cuyo número sigue incrementando, pues cada año surgen al menos dos nuevas colonias de este tipo.
Según información del Programa de Desarrollo Urbano, que precisa que las miles de personas que habitan estas zonas no municipalizadas carecen de los servicios básicos como agua potable, energía eléctrica o pavimentación.
La mayoría de estos chetumaleños vive en casas hechizas con desechos láminas, maderas y plásticos, además de carecer de piso de concreto o baños con sistema de drenaje.
La razón por la que tienen tanta demanda se debe a que los predios son vendidos en cantidades que rondan los 30 mil a 50 mil pesos, casi una décima parte de lo que cuesta una vivienda de interés social.
Más de 20 años llevan esperando la mitad de estas colonias a ser municipalizadas, pero esto no se ha logrado debido a tres importantes motivos: el primero es que los domicilios carecen de certeza jurídica, pues se ubican en terrenos propiedad del Estado, de ejidos locales o en litigio con particulares.
El segundo corresponde a una cuestión de recursos: el PDU indica que se necesitan cerca de 300 millones de pesos de inversión mínima necesaria para dotar los servicios básicos de una colonia de este tipo, como Los Palomos, donde habitan mil 400 personas.
Y el tercero está vinculado a que los asentamientos no están municipalizados, por lo que la administración local no puede invertir en dichos territorios según los lineamientos de inversión de obra pública.
A pesar de estos obstáculos, sigue incrementando la cifra de asentamientos irregulares en la capital de Quintana Roo. En 2007 se registraron nueve colonias de este tipo, en 2014 ya eran 16, y en 2021 se reportaron 27. Para este 2023, se estima a creación de cuatro nuevas colonias apócrifas localizadas a tres kilómetros del noroeste de la Sabana de Chetumal.
No dejes de Leer