Ante las emanaciones de gases y rocas volcánicas que han emanado del Popocatépetl, ha causado una alarma para la península de Yucatán, ya que uno de los elementos químicos emitidos es azufre en forma de dióxido que en combinación con el agua forma ácido sulfúrico o lluvia ácida, por lo que se estima que hay baja probabilidad de afectar en la zona maya.
De acuerdo con análisis especiales con base en los pronósticos del Cenapred, existe una gran cantidad de concentración de dióxido de azufre sobre el centro del país, que actualmente se mueven con los vientos al oeste, que indica que la columna total de dióxido de azufre se estaría moviendo hacia el Golfo de México y península de Yucatán.
Respecto a la probabilidad de lluvia ácida se estima que hay pocas debido a la altura de los gases volcánicos, la cercanía del mar y debido a un próximo frente frío que disolverá esa sustancia, compartió Franklin Arceo.
Por otra parte comienza a notarse la actividad ciclónica en el océano Atlántico y se ha pronosticado una posibilidad de formación ciclónica justo el día que inicia la temporada de huracanes 2023, el 1 de junio, y esta se ubicaría frente a las costas de Estados Unidos, informó la gobernadora de Quintana Roo.
“De acuerdo con la Conagua, se prevé la formación de una zona de baja presión frente a la costa sureste de los Estados Unidos. Presenta un 10 por ciento de probabilidad para desarrollo ciclónico en siete días. Se localiza a 1 mil 100 kilómetros al noreste de las costas de Quintana Roo y hasta el momento, no representa peligro para nuestro estado”.
La gobernadora del estado pidió a la ciudadanía mantenerse informada por medio de cuentas oficiales y señaló que el gobierno estatal se mantiene en vigilancia permanente.
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