La noche del viernes se convirtió en una pesadilla para Tabasco, cuando una oleada de violencia dejó un saldo de dos personas fallecidas, uno en el penal de Villahermosa y otro en el penal de Huimanguillo.
También a lo largo de varios municipios, la furia desatada por bandas delictivas quemó 16 vehículos en zonas de Centro, Cárdenas, Comalcalco, Huimanguillo y Paraíso.
El caos se intensificó con el asalto a una tienda de conveniencia, la calcinación de tres bombas despachadoras en una gasolinera y hasta la desarticulación de un grupo de la policía de Reacción y Atención Ciudadana en Cárdenas.
A pesar de este infierno desatado en vísperas navideñas, hasta la mañana del sábado no se habían realizado detenciones vinculadas a estos eventos.
Por la mañana de este sábado, las áreas donde ardieron los vehículos fueron atendidas por las corporaciones estatales, que trabajan para eliminar los desechos y cenizas de este brote de violencia.
No obstante, Hernán Bermúdez Requena, secretario de Seguridad Pública, reiteró su negativa a vincular estos sucesos con un cartel de la delincuencia organizada.
Según él, existen bandas que imitan estos modos de operación, pero no se ha hallado evidencia directa de carteles formales operando en el estado.
“Existen bandas que obviamente imitan a este tipo de actuación de las bandas organizadas, pero nosotros como autoridades de la mesa de la construcción de la paz no hemos detectado carteles formales dentro del estado, bandas existen y existen porque hay intereses para poder económicamente surtirse y fortalecerse” expresó Bermúdez
El origen de esta pesadilla se gestó en una persecución entre conductores de dos vehículos, uno de los cuales, en su intento de escape, ingresó a la privada “Real Campestre”, un área considerada un enclave cerrado con seguridad privada y hasta su propia patrulla de vigilancia. Este residencial exclusivo alberga a funcionarios estatales, legisladores federales, y empresarios locales, entre otros.
Las autoridades locales señalaron que, durante esta incursión, se efectuaron disparos desde uno de los vehículos, lo que llevó a los policías del lugar a responder con sus armas. Esto posiblemente incitó a la quema de vehículos como táctica para llamar la atención y facilitar la huida de los agresores.
Requena aseguró que no era un objetivo personal ni de sus allegados, sino una disputa entre dos grupos, aunque no especificó cuáles.
“No soy yo el objetivo ni nadie de los míos, esto fue una situación que nada tiene que ver con mi persona ni nadie cercano a mí. Esta situación se da por dos grupos por alguna diferencia que traen entre ellos”
El descontrol también se extendió a tres penales, donde se activaron células delincuenciales, resultando en disturbios en el centro penitenciario de Villahermosa, con un fallecido y tres heridos, y en Huimanguillo, donde también hubo una muerte.
Bermúdez Requena afirmó que los tres penales estaban bajo control, aunque explicó que la alarma inicial, aparentemente un atentado contra él, desencadenó disturbios entre los grupos delictivos internos, propiciando intentos de motines.
“Cuando se escucha una situación de esta índole como se dio al inicio de que se trataba de un atentado en contra del secretario de Seguridad Pública, esto contagia a los diferentes miembros de grupos delictivos que se encuentran recluidos y esto hace que provoque la tentativa de motín” explicó.
En un intento por tranquilizar a la población, el titular de la Secretaría de Seguridad de Tabasco aseguró que la paz estaba restaurada y garantizó seguridad y tranquilidad para que los tabasqueños disfrutaran de una Nochebuena y Navidad en calma.
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