Trágico final para un joven que solo quería volver a casa
En medio de la oscuridad y la tormenta, un padre vivió una tragedia inimaginable en Cancún. El hombre imploró con el alma poder abrazar el cuerpo de su hijo, arrebatado por la fatalidad de un cable colgante.
Con un grito desgarrador, buscó revivirlo entre sus brazos, un acto que partió corazones y dejó huella en quienes presenciaron la dolorosa escena.El joven de apenas 20 años, con toda una vida por delante, encontró su final en la desesperación de una noche lluviosa.
El destino le tendió un cable energizado, arrebatándole la existencia cuando intentaba llegar a casa. Su padre, testigo impotente, se aferró su cuerpo con la esperanza de que un abrazo pudiera devolverle la vida.
A pesar de los llamados al 911 y la llegada de servicios de emergencia, la muerte se llevó al joven en un instante.
La escena, marcada por la impotencia y el dolor, fue custodiada por autoridades que, entre lágrimas y respeto, retiraron al padre que se aferraba al último abrazo.
La presunta negligencia de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se sumó al lamento. Los vecinos previamente alertaron sobre el cable, pero la respuesta llegó tarde.
Mientras reparaban el cable horas después, el daño irreparable ya había dejado una cicatriz en el corazón destrozado de un padre que, en su abrazo final, buscaba despedirse de lo más preciado que la vida le arrebató.
Con información e imágenes de El Criterio Quintana Roo