A través de su cuenta de Instagram, el fotógrafo Patrik Luther, quien se dedica a capturar la vida silvestre en Suecia atrapó el increíble momento en el que un pato hembra luchaba contra el frío que había congelado por completo su pico.
Un tierno patito se convirtió en protagonista de una gélida aventura en medio de las temperaturas congelantes que azotan en norte de Europa, específicamente en Suecia, en donde un hábil fotógrafo, reveló la destreza y tenacidad de esta ave cuando se vio en problemas a causa del frío.
A través de su cuenta de Instagram, el fotógrafo Patrik Luther, quien se dedica a capturar la vida silvestre en Suecia atrapó el increíble momento en el que un pato hembra luchaba contra el frío de -20° C, que había congelado por completo su pico, sin embargo, hizo todo lo posible por liberarse a sí misma.
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En el video se observa al pato mientras sacude la cabeza y rasca el hielo, aparentemente esforzándose por liberarse de su gélido encierro. El fotógrafo especuló que el hielo se acumuló mientras el pato descansaba entre sus inmersiones, permitiendo que capas de agua se congelaran sobre su pico.
“Pensé que estaba mal con mi cara congelada, cuando vi a esta hembra pato en el río. Al principio me preocupaba que no podía respirar ni comer, pero afortunadamente vi que podía abrir la boca. Estaba sacudiendo la cabeza y rascando el hielo, y supongo que estaba tratando de deshacerse de él. Finalmente ella metió su factura debajo de sus plumas, y con suerte el hielo se derritió”, escribió el fotógrafo en la publicación.
La solución ingeniosa del pato para descongelar su pico involucró esconder su rostro bajo sus propias plumas, así logró derretir el hielo con el calor emanado de su propio cuerpo.
Patrik explicó que en la región es común que este tipo de situaciones ocurran, cuando los patos se toman descansos de sumergir sus facturas en el agua, permitiendo que capa sobre capa de agua se congelen unos encima de otros.
También dijo que otra forma de que los pájaros se deshagan del hielo es seguir buscando comida en el agua, sin tomar descansos. El agua está mucho más caliente que el hielo, por lo que no tardaría mucho en derretirse si ella bajara al agua otra vez.
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