El Parque Nacional Tulum, un Área Natural Protegida de la Riviera Maya donde antiguamente todos podían ingresar tranquilamente y disfrutar de sus playas, cenotes y de la historia de la cultura Maya, hoy ya no es posible luego que autoridades de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, CONANP, decidieron cercar y colocar mesas de cobro para poder ingresar al sitio, sin importar si son vecinos, turistas o proveedores.
Hace dos años, el área de casi 100 hectáreas fue presentada como el nuevo proyecto de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) denominándola Parque Nacional del Jaguar en Tulum, desoyendo las reglas del Instituto Nacional de Antropología e Historia, INAH, de no permitir construcciones de ningún tipo o de no modificar los accesos, normativas que fueron eliminadas de un plumazo luego que el Gobierno Federal autorizó la construcción de ciclopista, arcos de acceso y áreas jardinadas, entre otros.
Para garantizar que todos paguen el acceso, el Gobierno Federal dispuso de por lo menos 300 elementos policiacos de distintas corporaciones como Policía Municipal, Policía Estatal, Guardia Nacional o de la Defensa Nacional para cuidar que ningún tulumnense, o turista nacional o internacional ingresen sin pagar sus respectivos $60.37 pesos, mientras tanto la ciudad de Tulum cerró el año 2023 con un histórico numero de fallecimientos víctimas de la violencia que azota los municipios gobernador por Morena.
Se debe destacar que a los turistas que se hospedan en los diferentes hoteles que se encuentran al interior del Parque del Jaguar se les hace un cobro cada vez que salen de la zona y regresar de realizar alguna compra en la ciudad o de algún paseo con algún turoperador de la ciudad.
Actualmente en el Parque Nacional del Jaguar se pueden ver construcciones al por mayor, ya no existen las dunas que antiguamente sobresalían de la carretera y le daban un aspecto de pueblo pesquero en el que hace alrededor de tres años no se pagaba para acceder y los vecinos podían acudir a visitar el lugar, disfrutar de los arenales o disfrutar del mar sin problemas. Ahora no importa si radicas en Tulum, todos tienen que pagar para entrar a la playa ya sea que se ingrese en bicicleta, en moto, vehículo o caminando.
Bardas y cercas para aislarlo
Tras la decisión de convertir el Parque del Jaguar en una reserva se colocaron muros de piedra de un metro de alto para evitar que la fauna cruce de un sitio a otro. “Antes podía cruzar el cangrejo azul, pero derivado de la civilización y las construcciones que se han hecho se dejó de ver este evento único natural y con este muro menos se va a ver”, dice José Chuc, habitante de la zona. Destacan además hoteles antiguos como el Diamante K, propiedad de Roberto Palazuelos que anteriormente era muy habitado ya que contaban con playas, pero debido a los costos y cobros, sumado al malestar generalizado la presencia de turistas es mínima.
“El único propósito es recaudar fondos y dinero pero no sé donde vaya o para qué otros proyectos, pero se está sacando dinero acosta de los que vivimos aquí, que tenemos años y pues me siento robado, es como que me cobraran para entrar a mi propia casa”, dice el vecino de origen maya. De igual manera señaló que como trabajadores, no pueden ingresar sin pagar incluso para quienes abastecen a los hoteles, o si entran en sus propios automóviles o bicicletas no pueden ingresar ya que si no estás en la bitácora de los militares encargados, dice, no se puede ingresar, por lo que no les permiten otra opción más que hacerlo de forma clandestina.
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