La infertilidad es una preocupación global en materia de salud reproductiva que afecta a millones de personas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre el 10% y el 15% de las parejas en el mundo enfrentan dificultades para concebir, una realidad que ha incrementado la demanda por tratamientos especializados en fertilidad.
En México, aproximadamente 1.5 millones de parejas enfrentan infertilidad, pero apenas el 56% ha buscado atención especializada, según cifras del Consejo Nacional de Población (CONAPO). Este problema no solo plantea retos médicos, sino también emocionales y sociales.
“La infertilidad es una condición del sistema reproductivo que se manifiesta cuando una pareja no logra concebir tras 12 meses de relaciones sexuales regulares sin protección. Es un problema de salud que afecta a 186 millones de personas en edad reproductiva en el mundo”, explicó el Dr. Edgar Alonso Cruz, ginecólogo y director de la clínica Meraki Health.
Impacto emocional y social
Las personas que viven con infertilidad suelen enfrentarse a ansiedad, depresión, estrés, y estigmatización. Según el Dr. Cruz, “en ciertos contextos, el miedo a ser catalogados como ‘infértiles’ puede llevar incluso a evitar métodos anticonceptivos, en un intento de demostrar su fertilidad ante la presión cultural”.
Acceso limitado y calidad del servicio
Aunque en México existen más de 200 clínicas de reproducción asistida y 143 establecimientos particulares especializados en salud gineco-obstétrica, no todas garantizan tratamientos seguros ni éticos. Por ello, especialistas recomiendan investigar las certificaciones de las instituciones y la capacitación de su personal antes de iniciar cualquier procedimiento.
“En Meraki Health, nos enfocamos en un diseño personalizado que combina tecnología de vanguardia y una atención integral, priorizando tanto la salud física como emocional del paciente”, señaló el Dr. Cruz.
En 2023, se realizaron en México 9,828 consultas particulares de planificación familiar relacionadas con infertilidad, lo que demuestra una creciente búsqueda de soluciones. Sin embargo, aún persisten barreras económicas y sociales que dificultan el acceso a tratamientos de calidad.
La necesidad de normalizar el diálogo sobre infertilidad
La infertilidad no debería ser un tema tabú. Promover el diálogo abierto y garantizar acceso a tratamientos éticos y efectivos son pasos fundamentales para atender este problema de salud pública.