Tras la decisión del juez del primer distrito del estado de Yucatán, Adrián Novelo Pérez, de conceder una segunda suspensión definitiva a la construcción del tramo 5 del Tren Maya, un grupo de voluntarios y activistas se plantaron frente a la maquinaria para no permitir el reinicio de la obra, una de las más importantes del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Guillermo de Christy, integrante del movimiento Sélvame del Tren, dijo que hace una semana comenzaron las obras nuevamente, pero ellos tomaron la decisión de parar las máquinas desde el viernes pasado con pequeñas cuadrillas de vigilancia para hacer cumplir lo dictaminado por el juez.
“Se está explorando la vía jurídica pero no dejamos de estar junto a las máquinas (…) Estamos esperando que el juez y los abogados avancen en esa parte jurídica. Por el otro lado lo que queremos también es exponer el problema, que más gente lo conozca porque es muy importante darnos cuenta que más que el tema de la selva ya ahorita estamos entrando a un tema jurídico muy importante”.
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— playaaldia (@playaaldia) August 5, 2022
Agregó que la obra está afectando el principal corredor biológico del norte de Quintana Roo, la segunda selva más importante después del Amazonas, en donde corren peligro muchas especies endémicas y en peligro de extinción, además de las cuevas, cavernas, ríos subterráneos y el acuífero maya en general.
“Más allá de un tren turístico, es cuidar el patrimonio biocultural que finalmente hace que los turistas vengan a visitarnos aquí. La gente viene a visitarnos por la exuberancia de su selva, sus aguas, por sus cenotes, el mar Caribe y todo eso se está viendo vulnerado con esta obra (…) No nos peleamos con el presidente, no nos peleamos con el Tren Maya, pero sí estamos peleando la vulnerabilidad del medio ambiente”.
