En comunidades marginadas, pero también en zonas urbanas con limitados recursos económicos, el cáncer suele detectarse en etapas avanzadas, lo que reduce significativamente las posibilidades de supervivencia. Así lo advirtió el oncólogo Raúl Isaac Díaz Aguilar, quien señaló que la falta de autoexploración, estudios de rutina y acceso a la información son factores que ponen en desventaja a las familias de bajos ingresos.
De acuerdo con el especialista, las recomendaciones básicas para la prevención y detección temprana son claras:
- A partir de los 18 años: realizar autoexploración mamaria mensual, siete días después de la menstruación.
- Desde los 25 años: acudir una vez al año con un médico para una exploración clínica.
- A partir de los 40 años: realizar estudios de tamizaje como mastografía y ultrasonido mamario, incluso si no se presentan síntomas.
“El tamizaje no es porque te encontraste algo, es porque ya por edad te toca. Se trata de detectar la enfermedad en etapas tempranas”, enfatizó.
El panorama es más crítico en sectores vulnerables. “El pronóstico en personas de bajos recursos es peor, y no lo digo yo, está escrito y bien estudiado. La falta de alfabetización también es un factor que impacta en la supervivencia del paciente”, agregó Díaz Aguilar.

Además, el costo de los tratamientos resulta inalcanzable para muchas familias: una sesión de quimioterapia puede rondar los 15 mil pesos, mientras que terapias más avanzadas como inmunoterapia o tratamientos de precisión pueden elevarse todavía más.
En el caso de comunidades indígenas y migrantes asentados en la Riviera Maya, la situación es todavía más compleja, pues muchos pacientes llegan a la atención médica con la enfermedad en etapas avanzadas. “En Quintana Roo, la institución pública no cuenta con equipo de radioterapia; sí lo hay en el sector privado, pero no en el público, lo que limita mucho el acceso”, explicó el oncólogo.
Finalmente, Díaz Aguilar hizo un llamado a la población a informarse, cuidar su salud y participar en actividades que promuevan la prevención. En este sentido, invitó al evento organizado por la Fundación CREER los próximos 18 y 19 de octubre, que combina actividades deportivas como natación y ciclismo, pero sobre todo busca inspirar a la comunidad.
“El cáncer no es igual a muerte. Hay pacientes que están viviendo libres de la enfermedad y haciendo deporte. Es importante que la gente lo vea y sepa que sí hay esperanza”, concluyó.