La labor de los oficiales caninos en la detección y hallazgo de drogas se ha vuelto vital en la lucha contra el narcotráfico y la protección de la sociedad. Se dio este día un incidente en la terminal de autobuses ADO, ubicada en la avenida Tulum, Benito Juárez, destaca la efectividad de estos valiosos colaboradores en la seguridad ciudadana.
Durante labores de vigilancia llevadas a cabo por elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) en colaboración con la Fiscalía General de la República (FGR), el canino “Tina” se convirtió en la clave para descubrir a una persona involucrada en delitos contra la salud.
En el transcurso de los recorridos realizados en las áreas comunes de la terminal, el canino mostró un marcado cambio de comportamiento al detectar la presencia de una mochila negra en la sala de espera. Este marcado positivo de narcóticos continuará con la sospecha de los agentes y los llevará a intervenir rápidamente.
El individuo, identificado como Manuel “N”, intentó huir del lugar al percatarse de la situación, pero gracias a la pronta acción de los elementos policiales, fue capturado sin mayores contratiempos.
Durante la inspección física que se realizó posteriormente, se aseguraron diferentes sustancias ilícitas. Entre ellas se encontró una bolsa de plástico que contenía fragmentos sólidos con las características del cristal, un envoltorio de papel aluminio con fragmentos sólidos de crack, así como una bolsa de plástico con polvo blanco similar a la cocaína. Además, se decomisó un teléfono celular y la mencionada mochila negra.
La persona detenida fue puesta a disposición de las autoridades correspondientes, para enfrentar las acusaciones por su presunta participación en delitos contra la salud. Este caso reafirma el compromiso de la Secretaría de Seguridad Ciudadana en la lucha contra el crimen y su dedicación para garantizar la seguridad de los ciudadanos en Quintana Roo.
La labor de los oficiales caninos en la detección de drogas es crucial para desmantelar redes de narcotráfico y prevenir el tráfico de sustancias ilícitas en lugares estratégicos como las terminales de autobuses. Su entrenamiento y habilidades olfativas les permiten identificar olores específicos relacionados con estupefacientes, convirtiéndolos en aliados fundamentales en la lucha contra el crimen organizado.
El trabajo en equipo entre los oficiales y sus compañeros caninos ha demostrado ser altamente efectivo, permitiendo la detección de personas involucradas en actividades delictivas y el decomiso de sustancias ilegales.