Con flores, alimentos y bebidas, familiares se reúnen con sus seres queridos donde fue su última morada
Desde temprana hora decenas de familias, parejas y ciudadanos solitarios acudieron a los panteones de Cancún para recibir y brindar una ofrenda a sus seres que se han marchado al más allá.
Con un escenario colorido de flores de cempasúchil, catrinas pintadas en diversos muros y plasmadas en algunas mamparas, fue así el recibimiento de los visitantes al panteón Los Olivos de Cancún este día de tradición para los seres que partieron de este mundo terrenal y pasaron a mejor vida.
La familia Tuz Uitzil, llegó con un gran ramo de flores amarillas que disponían poner sobre la lápida donde fue enterrado el papá Rolando Tuz. Nietos e hijos del finado, llegaron también cargados algunos alimentos y bebidas que compartieron con su ser querido que llegó según la tradición mexicana del Día de Muertos.
“Venimos a acompañar a mi papá, le vamos a lavar su tumba y le pondremos sus florecitas, (…) también trajimos algo para comer con él y le dejamos su coca ( refresco de cola) que tanto le gustaba”, compartió el señor Augusto Tuz.
Así como esta historia, también se repetían muchas más al interior del camposanto de personas que desfilaron por los rincones, haciendo limpieza y adecuaciones de las lápidas que en la mayoría de los casos se encontraban en mal estado, debido a la falta de mantenimiento en su estructura.
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Cabe destacar que al ingresar, personal adscrito al Ayuntamiento de Benito Juárez, realizaba las actividades de recepción, otorgando a los visitantes gel antibacterial, tomando la temperatura y vigilando que los que ingresaban al recinto portaran su cubrebocas.
Personal de Cofepris, realizó un operativo el cual estuvo basado en el que se diera cumplimiento a los protocolos de medidas de seguridad sanitaria entre los pobladores asistentes y los distintos establecimientos que ofertaron sus productos como, flores, comida y bebidas a los alrededores del panteón Los Olivos.
Por otra parte, en el panteón municipal Los Álamos, el primero de ellos en la ciudad, no tuvo la misma afluencia de visitantes, el porcentaje entre uno y otro panteón de visitantes estuvo entre un 70 por ciento menos de asistentes al panteón de Los Álamos.
Algunos de los visitantes, compartieron que como consecuencia de que estuvo cerrado el camposanto desde el año anterior, no han podido realizar la visita a sus seres queridos y mucho menos asistir a dar mantenimiento a las tumbas de sus seres queridos.
“Mucha gente que está enterrada aquí, sus familiares ya los abandonaron, o no son de aquí o nadamás los vinieron a enterrar y los dejaron abandonados”, comentó Esperanza Correa, visitante del panteón Los Álamos.
Finalmente, lo que se pudo percibir entre la sociedad cancunense es un espíritu de fiesta por recibir a aquellos seres queridos que han partido y que ahora se reúnen con los que aún se encuentran en vida.
