Hace 26 años se decretó el Área Natural Protegida (ANP) Santuario del Manatí, en Othón P. Blanco, para conservar el hábitat más importante para esta especie en México.
La zona tiene una extensión de 277 mil hectáreas que abarca la Bahía de Chetumal, Laguna Guerrero, Laguna Chile Verde, Calderitas, Bacalar Chicho, hasta el Canal de Zaragoza, y el área terrestre circundante a estos cuerpos de agua, para proteger el hábitat de la especie Trinchechus Manatu.
Actualmente existe una colaboración con Belice debido a la conectividad biológica y a la ubicación geográfica de sitio transfronterizo; además, hay la intención de formalizarlo mediante la firma de un memorándum de entendimiento.
Al respecto, Miguel Mateos Sabido, jefe del departamento de ANP zona sur, explicó que, a través de la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente (SEMA), realizan estudios para proteger este ecosistema a través del monitoreo de la calidad del agua, implementación de estrategia de desarrollo comunitario, vigilancia ambiental a través de los guardianes comunitarios e implementación del Programa de Educación Ambiental.
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— islamujeresaldia (@islamujeresald1) October 25, 2022
Destacó que de las acciones más destacadas del personal a cargo de estas medidas son los rescates de dos manatíes, el primero hace 19 años, conocido como Daniel, el primer caso de éxito en México, y por el cual fue creado el Centro de Rehabilitación de Mamíferos Acuáticos (Carma).
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Actualmente hay otro caso similar, el de Pompeyo, el cual, a un año de ser rescatado, ya se plantea su liberación.
“La idea es que es colocarle un rastreador como tenía Daniel, para poder saber hacia dónde viaje”, recalcó Mateos Sabidos.
Explicó que los principales riesgos que existen en el ANP son la tala de manglar y las artes de pesca ambiental, que pudieran poner en riesgo a las especies locales, por lo que se realizan recorridos mensuales para detectar estas situaciones y, a través de las autoridades correspondientes, frenarlas.