El reciente caso del crematorio de mascotas en la capital del estado, que fue descubierto por presuntamente entregar bolsas con tierra a las familias en lugar de las cenizas de sus animales, podría derivar en delitos por fraude y daño ambiental, advirtió el doctor en Derechos Humanos, Martín Paredes.
El especialista explicó que, aunque la legislación mexicana aún no contempla de manera integral las sanciones por maltrato o manejo indebido de restos animales, la Fiscalía General del Estado podría proceder por el delito de fraude, dado que el establecimiento cobraba por un servicio que no cumplía.
“Aquí lo primero que debe hacer la Fiscalía es tipificar el fraude, porque ofrecieron un servicio que no estaban cumpliendo”, señaló Paredes.
Además, agregó que la Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado debería intervenir, ya que los cuerpos de las mascotas fueron encontrados en bolsas de basura y arrojados en un lote baldío, lo que implica un riesgo sanitario y de contaminación.
“La Procuraduría puede formular denuncias por contaminación y convertir esas faltas administrativas en delitos ambientales, para que se juzgue a esta persona tanto por fraude como por daño ambiental”, apuntó.
Sin embargo, el doctor Paredes advirtió que el responsable podría aprovechar vacíos legales o artimañas jurídicas al alegar que fue un empleado quien cometió el hecho. También señaló que el éxito del proceso dependerá de la solidez de la carpeta de investigación.
“Si la investigación no está bien trabajada, es probable que esta persona pueda salir libre o incluso llevar su proceso fuera de prisión”, advirtió.
“Todos tenemos derecho a promover un amparo, pero dependerá de cómo se integre el expediente”.
Finalmente, el especialista subrayó que el caso sienta un precedente sobre la necesidad de fortalecer la legislación mexicana en materia de protección y respeto hacia los animales, así como en el manejo adecuado de sus restos.
