Más de 1.1 hectáreas de selva virgen en la isla de Cozumel fueron desmontadas por la empresa Muelles del Caribe S.A. de C.V., con el objetivo de construir una plaza comercial que estaría conectada al proyecto del Cuarto Muelle, actualmente bajo revisión de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
El permiso de cambio de uso de suelo fue otorgado durante la administración de la exalcaldesa Juanita Obdulia Alonso Marrufo (2021-2024), que reclasificó el predio como “Zona turística densidad media”. Esta categoría permite giros habitacionales turísticos, hoteleros, comercios medianos, estacionamientos y centros culturales o recreativos, con un máximo de 4,500 metros cuadrados destinados a ventas comerciales.
Aunque el proyecto del Cuarto Muelle aún no ha sido aprobado por la Semarnat, la empresa utilizó la autorización para iniciar el desmonte, lo que implica la tala de árboles y el desplazamiento de fauna, incluidas especies vegetales consideradas amenazadas.
La organización civil Conservación, Investigación y Manejo Ambiental de Cozumel (CIMAC) interpuso un recurso de revisión ante la Semarnat para exigir la evaluación de los permisos otorgados.
En respuesta a denuncias ciudadanas, el Secretario de Ecología y Medio Ambiente del Estado ordenó la clausura del predio, argumentando que la empresa no contaba con los permisos correspondientes para el manejo de residuos.
El caso ha reavivado el debate sobre la fragilidad ambiental de Cozumel y los riesgos de proyectos turísticos que implican la pérdida de selva virgen en una de las islas con mayor biodiversidad del Caribe mexicano.
