En un hito médico sin precedentes, el primer trasplante de ojo completo se llevó a cabo con éxito en Estados Unidos, desafiando los temores iniciales de los profesionales de la salud. El receptor de este innovador procedimiento es Aaron James, un valiente hombre de 46 años que perdió gran parte de su rostro tras un accidente con un cable de alta tensión.
Bajo la dirección de Eduardo Rodríguez, director del Programa Facial del NYU Langone Health, el equipo de cirujanos realizó esta “hazaña tremenda”. Rodríguez destaca que este logro marca un paso significativo hacia el próximo capítulo en las técnicas de restauración visual.
Aaron James, veterano del ejército estadounidense, sufrió una descarga de 7.200 voltios en 2021, resultando en la pérdida de la mayor parte de su rostro y la necesidad de la extirpación del ojo izquierdo.
El 27 de mayo pasado, se llevó a cabo una cirugía pionera que incluyó un trasplante facial parcial y, para mejorar los resultados estéticos, un trasplante de ojo completo y párpado.
La compleja operación contó con la participación de más de 140 profesionales de la salud, entre cirujanos, médicos especialistas y enfermeros. El donante, un hombre de 30 años, no solo proporcionó la cara y el ojo para Aaron James, sino que también salvó vidas al donar riñones, hígados y páncreas a otras tres personas.
Durante el trasplante de ojo completo, los cirujanos decidieron cortar el nervio óptico lo más cerca posible del globo ocular. En un intento por mejorar la adaptación del órgano y estimular la reparación del nervio óptico, se introdujeron células madre de la médula ósea del donante en el nervio sensorial de James.
Este hito médico no solo transforma la vida de Aaron James, sino que también abre nuevas puertas para la investigación y desarrollo de técnicas avanzadas de restauración visual, marcando un extraordinario avance en la ciencia médica.
Con imágenes de AP.