En la era moderna, la búsqueda de la riqueza y el éxito material se ha convertido en un objetivo primordial para muchas personas. Sin embargo, para algunos, la búsqueda puede acumular y exhibir su dinero puede convertirse en un problema. Este fenómeno se conoce como dismorfia de dinero: un trastorno psicológico que afecta a individuos que tienen una percepción distorsionada de su situación financiera.
En la actualidad los más afectados son los jóvenes de la generación Z que bombardeados por los influencers tratan de imitar su estilo de vida: gastos constantes, compra de marcas que superan sus capacidades económicas reales y la necesidad de presumir viajes.
Aunque los expertos señalan a la generación Z como los más afectados, los Millenials y los X también padecen de este trastorno que los lleva a gastar en exceso y a no recocer sus condiciones económicas reales.
La dismorfia de dinero se caracteriza por una serie de comportamientos y pensamientos irracionales relacionados con el dinero y la riqueza. Las personas que sufren de este trastorno pueden experimentar ansiedad extrema, depresión, y baja autoestima si sienten que no están acumulando suficientes riquezas o si perciben que están perdiendo dinero de alguna manera.
Además, tienden a compararse constantemente con otros en términos de éxito financiero, lo que puede generar resentimiento y envidia.
Esta obsesión por el dinero puede consumir todos los aspectos de la vida de una persona, dificultando sus relaciones interpersonales, su capacidad para disfrutar de la vida y su bienestar general. Además, puede llevar a comportamientos compulsivos, como la búsqueda constante de oportunidades para ganar dinero, el exceso de trabajo o el gasto descontrolado.
La dismorfia de dinero lleva a las personas afectadas a tomar decisiones impulsivas e irracionales en relación con su dinero, como invertir en esquemas fraudulentos, endeudarse más allá de sus posibilidades o rechazar oportunidades de inversión por miedo a perder dinero.
Los especialistas señalan que la dismorfia de dinero no está relacionada necesariamente con la cantidad de dinero que una persona tiene. Una persona puede sufrir este trastorno tanto si tiene una gran fortuna como si apenas llega a fin de mes. Lo que define a la dismorfia de dinero es la obsesión y la distorsión de la percepción en torno al dinero, no la cantidad real de riqueza.
Aunque la dismorfia de dinero no está reconocida oficialmente como un trastorno psicológico en los manuales de diagnóstico, como el DSM-5, muchos profesionales de la salud mental la consideran un problema real y en aumento en la sociedad contemporánea.
La cultura del consumismo, la presión social y la constante exposición a imágenes de éxito y riqueza a través de los medios de comunicación y las redes sociales pueden contribuir al desarrollo de este trastorno.
El tratamiento de la dismorfia de dinero suele implicar terapia psicológica, en la que se trabaja para identificar y cambiar los patrones de pensamiento y comportamiento relacionados con el dinero. Además, puede ser útil adoptar estrategias de manejo del estrés y la ansiedad, así como técnicas de mindfulness para cultivar una relación más saludable con el dinero y el éxito.
Los especialistas llaman a reconocer los signos de este trastorno y buscar ayuda profesional si es necesario para aprender a manejar la relación con el dinero de manera más saludable.
Con información de AFP.
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