Donald Trump ha asumido la presidencia número 47 de Estados Unidos con medidas que impactarán tanto a nivel nacional como internacional, incluyendo a México. Desde su primer día de mandato, el líder republicano comenzó a implementar órdenes ejecutivas anunciadas durante su campaña, marcando el regreso de un enfoque nacionalista y radical.
En su mensaje inaugural, Trump destacó que este lunes 20 de enero firmó una serie de órdenes prioritarias para cimentar las bases de su gobierno. Estas incluyen la militarización de la frontera con México, modificaciones migratorias que eliminan el derecho de ciudadanía por nacimiento y la reactivación del programa “Quédate en México”.
“Hoy firmo órdenes ejecutivas históricas para restaurar Estados Unidos y devolver el sentido común a nuestras políticas. Declararé emergencia nacional en la frontera sur y detendré inmediatamente todas las entradas ilegales”, declaró.
Te recomendamos leer: Capturan a excomandante de Tulum por desaparición forzada: ofrecían recompensa de 1.5 millones de pesos
Además, Trump anunció la designación de los cárteles como organizaciones terroristas internacionales y la activación de la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 para expulsar a grupos delictivos.
Economía y Comercio
Otro eje de su gobierno será la reestructuración comercial mediante aranceles a importaciones. Aunque polémicos, estos aranceles—como un 60% a productos chinos y un 25% a importaciones mexicanas—buscan, según Trump, fortalecer la economía estadounidense.
“El sueño americano será más fuerte que nunca gracias a estas medidas”, afirmó.
Respuesta de México
En México, la presidenta Claudia Sheinbaum aseguró que el país está preparado para enfrentar las políticas de deportaciones masivas y aranceles. También expresó su confianza en el diálogo bilateral para minimizar el impacto de estas medidas.
“Estamos listos para apoyar a nuestros connacionales y fortalecer las relaciones con Estados Unidos”, enfatizó.
Impacto Regional y Global
La llegada de Trump también genera preocupación en regiones como Quintana Roo, cuya economía depende del turismo y la inversión extranjera. Analistas destacan la necesidad de estrategias locales para mitigar los posibles efectos negativos en seguridad, comercio y migración.