La maestra jubilada Irma Hernández Cruz, de 62 años, quien trabajaba como taxista en el municipio de Álamo Temapache, fue hallada sin vida tras ser secuestrada y obligada a grabar un video bajo amenaza, donde alertaba a sus compañeros sobre el cobro de cuotas por parte del crimen organizado.
El caso, que generó profunda indignación en redes sociales por la violencia del mensaje forzado, fue esclarecido parcialmente este jueves por la gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle, quien informó que la víctima murió a causa de un infarto, provocado por el estrés extremo y la violencia psicológica ejercida durante su secuestro.
“Según el peritaje del forense, no fue asesinada, falleció por un infarto. Es un caso lamentable y doloroso”, declaró Nahle durante una rueda de prensa. Añadió que el cuerpo fue encontrado en una zona rural al norte del estado, durante un operativo conjunto entre fuerzas estatales y federales.
La Fiscalía General del Estado detalló que Irma fue localizada en una construcción abandonada, a más de 40 kilómetros del lugar donde fue vista por última vez. A raíz de las investigaciones, dos presuntos responsables ya fueron detenidos: Víctor Manuel “N”, alias “El Cholo”, y José Eduardo “N”, quienes enfrentarán cargos por secuestro agravado.
El caso ha reavivado el debate sobre la violencia y extorsión que enfrentan diariamente transportistas en Veracruz y otras entidades del país. La presidenta Claudia Sheinbaum calificó el hecho como “inadmisible” y aseguró que la Federación colabora con las autoridades estatales para que no haya impunidad.
Irma Hernández, además de ser una reconocida docente jubilada, se ganaba la vida como taxista para sostener a su familia. Su caso ha conmovido al país y pone de nuevo sobre la mesa la urgente necesidad de frenar la expansión del crimen organizado en regiones vulnerables.