A casi dos años de haber asumido la presidencia de la Comisión de Planeación y Desarrollo Económico en el Congreso del Estado de Quintana Roo, la diputada del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), María José Osorio Rosas, mantiene una de las gestiones más grises y carentes de resultados visibles dentro del Poder Legislativo.
De acuerdo con el sitio oficial del Congreso, la comisión que encabeza apenas cuenta con un solo acuerdo y tres iniciativas, de las cuales ninguna fue promovida exclusivamente por la legisladora. En todos los casos, Osorio figura como firmante secundaria o de acompañamiento, lo que pone en duda su verdadero nivel de iniciativa y liderazgo al frente de una comisión clave para el desarrollo económico del estado.

Mientras otros legisladores han impulsado agendas activas desde sus comisiones —presentando reformas, organizando foros y promoviendo leyes de impacto—, María José Osorio se ha limitado a un papel discreto, casi invisible, como presidenta de una comisión que debería estar generando políticas y propuestas para el crecimiento económico de Quintana Roo, en un momento de gran dinamismo y conflicto territorial, ambiental y turístico en la región.

Su desempeño contrasta con el discurso público que intenta proyectar. En diversos espacios, la diputada ha defendido su productividad legislativa al señalar que ha participado en más de 20 iniciativas. No obstante, un análisis puntual revela que en la mayoría solo aparece como firmante secundaria, sin ser autora principal, ni en temas estratégicos ni en asuntos económicos que impacten al estado.
La falta de liderazgo real se evidencia también en la ausencia de foros, sesiones de consulta o pronunciamientos relevantes en la comisión que encabeza. Durante su gestión no se han visibilizado políticas públicas, propuestas de ley significativas o iniciativas en favor de sectores productivos clave como el turismo, la pesca o el comercio local.

Se trata de una comisión que debería estar marcando rumbo en un estado con grandes retos de desarrollo, pero en lugar de eso, es una silla vacía”, comentó un analista político consultado que pidió el anonimato. Es lamentable que las presidencias de comisiones sigan repartiéndose por cuotas políticas sin evaluar capacidades ni compromiso con el trabajo legislativo.
Con la recta final de la legislatura en curso, la diputada María José Osorio tiene poco margen para cambiar la percepción de una gestión intrascendente. Por ahora, la Comisión de Planeación y Desarrollo Económico solo ha servido como escaparate de presencia, pero no de trabajo.