Roberto Rojo García, presidente del Círculo Espeleológico del Mayab, afirmó que hay al menos 100 cenotes y cuevas que se sabe que serían afectados por el paso del Tren Maya, obras insignia del presiente Andrés Manuel López Obrador, aunque si se explorara más la zona, surgirían muchos más.
El biólogo explicó que más allá del retiro de vegetación, la apertura de esta brecha, para el futuro ferrocarril, cambia las condiciones al interior de las cuevas subterráneas, al dejar pasar más calor al interior. También existe riesgo de dañarlas en su estructura por la vibración que genera la maquinaria.
El experto mencionó que la selva no es solo vegetación, sino que cumple una función, como el hábitat de muchas especies.
“No es solo deforestación, sino que es la fragmentación de su hábitat”, alegó. “Esta obra divide poblaciones, lo que genera aislamiento genético y problemas reproductivos”.
Rojo García afirmó que han tratado de ser respetuosos y abiertos al diálogo, pero solo reciben ataques, burlas e insultos, lo que dijo que lo entristece, pues solo buscan lo mejor para el país.
CENOTES URBANOS
Por otro lado, el biólogo confirmó que a través del proyecto de “Cenotes Urbanos” que realiza este círculo desde hace cuatro años, ya han explorado 84 de los 300 cenotes en la mancha urbana de Playa del Carmen.
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Un 60% de estos están contaminados, con drenajes directos, estructuras dentro de las cuevas, vandalismo o incluso la desaparición de los cenotes, cuando son rellenados por constructoras.
El peor daño es en zonas donde no hay drenaje o este es escaso, como en la colonia Colosio, en el Ejido y en las zonas de invasiones.
“Hay pocas en buen estado, pero en éstas hemos hallado especies endémicas y vestigios arqueológicos, que de inmediato notificamos al INAH”, explicó.
En cuanto a acciones o propuestas para detener este deterioro, indicó que ya le ha sugerido al Ayuntamiento de Solidaridad una campaña permanente de concientización sobre el cuidado de los cenotes.
“Quiero hacer énfasis en que cualquier tipo de desarrollo que se pretenda realizar en la península de Yucatán debe SIEMPRE tomar en cuenta la condición cárstica de esta región y PRIORIZAR el cuidado de la naturaleza. Cualquier proyecto que no cumpla estas características está destinado al desastre (ecológico, social y económico) al corto o largo plazo”.