Cómo proteger a tu perro de la influenza canina

Si eres dueño de un perro, no necesitas entrar en pánico por la gripe canina. Sin embargo, debes estar familiarizado con los síntomas para saber qué buscar en caso de un brote en tu área.

De acuerdo con la médica veterinaria zootecnista, Julia Quiroz Solís, la gripe canina, o virus de la influenza canina, es una enfermedad respiratoria infecciosa causada por un virus de influenza A, similar a las cepas virales que causan la influenza en las personas.

Según la experta en salud animal, hay dos cepas conocidas de gripe canina que se encuentran en México con mayor frecuencia: H3N8 y H3N2. Al igual que en los humanos, el virus causa enfermedades respiratorias en los perros y, en casos raros, la muerte, “aunque la mayoría de los perros sanos se recuperarán con atención del médico veterinario”.

Explicó que algunos perros que contraen gripe también desarrollarán otras infecciones bacterianas o virales, conocidas como “complejo de enfermedades respiratorias infecciosas caninas”.

Sobre cómo se propaga la influenza canina, la veterinaria señaló que, al igual que las formas humanas de influenza, la gripe canina se transmite por el aire. “Las secreciones respiratorias escapan al medio ambiente en forma de tos, ladridos y estornudos, donde luego son inhaladas por un nuevo huésped canino”.

Agregó que la gripe canina también se propaga a través de objetos y entornos contaminados, como tazones de agua, collares y superficies, o mediante el contacto con personas que han tenido contacto directo con un perro infectado.

Las áreas como perreras, estéticas caninas y parques son “caldos de cultivo” para enfermedades como la influenza canina, dijo. Haciendo hincapié en que “un perro infectado podría, por ejemplo, propagar el virus en un parque y luego un perro que llegue horas después podría contraerlo”.

Esto se vuelve más peligroso por el hecho de que los perros son más contagiosos durante el período de incubación antes de que comiencen a presentar síntomas.

“Los perros usan la nariz y la boca para todo”, dijo. “Así se saludan y así interactúan con la gente. Por lo tanto, es muy fácil que sus secreciones respiratorias se propaguen y el virus pueda vivir en el ambiente hasta por 48 horas”.

El período de incubación de la influenza canina es de aproximadamente dos a cuatro días desde la exposición inicial al virus de la influenza canina, de acuerdo con la veterinaria.

“La diseminación viral comienza a disminuir después del cuarto día, pero los perros con H3N8 siguen siendo contagiosos hasta 10 días después de la exposición, y los perros con H3N2 siguen siendo contagiosos hasta 26 días”

Agregó que la mayoría de los veterinarios recomiendan aislar a los perros con H3N2 durante al menos 21 días para reducir el riesgo de transmisión.

“Casi todos los perros que entran en contacto con la enfermedad la contraerán, pero no todos los perros que se infectan muestran síntomas del virus. Alrededor del 20 al 25% de los perros infectados son asintomáticos, pero estos perros aún pueden transmitir la enfermedad”.

La zootecnista precisó que no hay evidencia de que el virus sea contagioso para los humanos, sin embargo, “algunos gatos pueden contraerlo, pero es raro y los casos suelen ser leves”.

Los síntomas, que suelen aparecer de dos a cinco días después de la exposición, incluyen fiebre, tos, estornudos, secreción nasal, ojos llorosos, letargo y pérdida del apetito, indicó la veterinaria. “La mayoría de los perros se recuperarán en un par de semanas, aunque la tos puede durar más”.

Debido a que la gripe canina comparte síntomas con otras enfermedades respiratorias, la única forma de saber con certeza si tu perro la tiene es haciéndole una prueba en una clínica veterinaria o en un hospital, según la experta.

“Algunos perros, en particular los que son muy jóvenes o muy viejos y los que tienen un sistema inmunitario comprometido, corren un mayor riesgo de desarrollar complicaciones, incluida la neumonía”, añadió. Aquellos que desarrollan síntomas más graves, como fiebre alta, dificultad para respirar o tos con sangre, pueden necesitar atención médica de emergencia.

“Aunque no existe una cura para la gripe canina, existen ciertos medicamentos que se pueden recetar para que el perro se sienta más cómodo, como analgésicos, supresores de la tos y estimulantes del apetito”, dijo la veterinaria Julia Quiroz.

Reiteró que nunca se deben usar medicamentos humanos, incluidos los medicamentos de venta libre, para tratar a los perros infectados porque “algunos de ellos pueden ser tóxicos hasta el punto de ser potencialmente fatales”.

Hay tres vacunas para la gripe canina: una para proteger contra el H3N8, otra para proteger contra el H3N2 y una vacuna bivalente, que brinda una protección más amplia, según la experta en salud animal.

“Las vacunas de dos dosis se administran con dos a cuatro semanas de diferencia y requieren refuerzos anuales para mantener la inmunidad protectora”. Agregó que, si el perro ha sido vacunado en el pasado debe recibir un refuerzo.

Si bien la serie inicial de vacunas toma de cuatro a seis semanas para lograr la máxima protección, la veterinaria recomienda comenzar el proceso ahora “para brindarle al perro al menos algo de protección antes de las vacaciones”.