El sector hotelero de la entidad reafirma su respeto a los derechos humanos y su vocación de ayuda, al auxiliar a migrantes extranjeros en su paso por el Caribe mexicano, tal como ocurrió el pasado sábado, con la sorpresiva llegada de siete hombres de nacionalidad cubana en un bote artesanal, a costas de Tulum.
Los extranjeros habían pasado varios días en altamar, por lo que presentaban insolación y un cuadro de deshidratación. De inmediato, al recalar en una playa de este destino turístico, personal del hotel Akumal Bay corrió en su auxilio, brindándoles agua y llevándolos al centro de hospedaje, para que pudieran comer y descansar.
Autoridades se enteraron de lo ocurrido y pronto personal del Instituto Nacional de Migración (INM) se encargó de trasladar a los extranjeros a Cancún, en donde recibieron atención médica. Se sabe que los extranjeros iban a solicitar refugio, para así recibir un documento que les permita permanecer en territorio mexicano.
Al respecto, Andreina Peralta, coordinadora general de CISVAC Fundación, enfocada en el auxilio de migrantes en Quintana Roo, señaló que a menudo, muchos extranjeros son retornados a sus países de origen, por desconocimiento de sus derechos.
La activista destacó la buena voluntad de quienes quieran ayudar a estas personas, que han sufrido muchas privaciones y que se lanzan al peligro para huir de una situación indeseada. Es importante, señaló, ser humanos.
“Que dentro de toda la calamidad que pasaron, puedan estar un poco tranquilos”, mencionó, al señalar que, con independencia de la situación legal o estatus migratorio de cada quien, todos tenemos derechos humanos, que deben ser respetados.
En el caso de estos siete hombres de origen cubano, el hotel que los auxilió lanzó un exhorto para que se les trate con dignidad y que se les pueda brindar el estatus de refugiados.
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