Los créditos contratados por los alcaldes de Solidaridad, Quintana Roo, crecieron 1,222% en menos de 15 años
Playa del Carmen.– Érase una vez una deuda pública municipal que creció 1,222% en un lapso de menos de 15 años. Ésta es la historia del empeño de las finanzas públicas de Solidaridad, Quintana Roo, por parte de los alcaldes de este paraíso turístico, cuya cabecera es Playa del Carmen.
La polémica sobre el incremento de la deuda pública de esta localidad, de 133 millones de pesos (mdp) a 1,758 mdp entre los años 2002 a 2016, se dio a notar a nivel nacional cuando el gobernador, Roberto Borge, solicitó un crédito por 1,030 millones de pesos para refinanciar la deuda de dicho municipio —el más endeudado per cápita del país durante 2015, según la Auditoría Superior de la Federación (ASF)—, como parte de una serie de iniciativas que, según especialistas y la oposición, pretendían “blindarlo” de posibles investigaciones sobre corrupción, y que se conoció como “paquete de impunidad”.
Estos compromisos financieros también provocaron controversia a nivel político, pues la oposición acusó que los recursos públicos de Solidaridad —cuyo último alcalde, Mauricio Góngora, compitió como candidato del PRI a gobernador de Quintana Roo en los pasados comicios que ganó el candidato del PAN-PRD, Carlos Joaquín— eran usados como “caja chica” con fines electorales por el grupo político de Borge.
El endeudamiento de Solidaridad inició en la administración del alcalde Gabriel Mendicuti Loría (2002-2005), exsecretario de Gobierno de Roberto Borge, y que actualmente es candidato a la presidencia municipal por el partido Fuerza por México, cuando en ese entonces solicitó 150 millones de pesos para construir obra pública, aunque el Congreso sólo le autorizó 133 millones de pesos.
Con la llegada de Carlos Joaquín González (2005-2008), hoy gobernador electo, quien había fungido como tesorero de la administración de Mendicuti Loria, el municipio empezó a registrar un acelerado crecimiento en sus finanzas, que rápidamente lo convirtieron en el segundo ayuntamiento con más ingresos de Quintana Roo, sólo superado por Benito Juárez (Cancún). Sin embargo, la deuda con bancos y proveedores también empezó a crecer.
Con la experiencia de haber participado en la solicitud del primer préstamo de Solidaridad, Joaquín González solicitó un segundo crédito revolvente por otros 130 mdp.
Sin embargo, cuando entregó el Ayuntamiento al próximo alcalde, Román Quian Alcocer (2008-2011), la deuda con proveedores ya era de 214 millones de pesos, cantidad superior a los cerca de 130 millones de pesos que aún se debían del crédito bancario solicitado por Mendicuti. Es decir que, al cierre de 2008, la deuda del municipio era de alrededor de 340 millones de pesos.
Durante la administración de Quian Alcocer, el tema de la deuda sólo se mantuvo controlado, pero no disminuyó. De acuerdo con una solicitud de información realizada en 2015, cuya copia tiene Expansión, al cierre de la administración de Quian Alcocer, la deuda de Solidaridad ascendía a poco más de 409 millones de pesos.
Martínez Méndez pidió esta millonaria cantidad para construir una decena de obras de infraestructura que no se concluyeron, o en el peor de los casos ni se iniciaron durante el tiempo que fungió como alcalde; la mayoría de las obras fueron abandonadas. Dentro de este crédito también se incluyó la presunta adquisición de arcos detectores de metales para vehículos, con una inversión de 83 millones 315,862 pesos, cuya compra nunca se comprobó.
Al cierre de esa administración, la deuda de Solidaridad ya se había disparado de los 409 millones de pesos heredados por Quian Alcocer a poco más de 996 millones de pesos.