Ciudadanos de Playa del Carmen hicieron hincapié en el riesgo que se corre por el gasoducto que atraviesa gran parte de la ciudad, sobre todo por un carro que debido a un percance llegó a dar a una zanja por donde pasa la obra, dejando al descubierto la peligrosidad que pudiera representar en un futuro.
Y es que La obra magna del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, el Tren Maya, estaría asentada en una bomba de tiempo, luego que las obras del Gasoducto de Playa del Carmen, propiedad de Gas Natural del Noroeste SA de CV, se combinarán para que debajo de las vías del tren, a escasos metros de profundidad dormite un tubo de acero de 12 pulgadas de diámetro con millones de litros de gas natural.
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Ante la indiferencia de la alcaldesa Laura Beristain, la construcción continúa sin considerar las medidas básicas de seguridad como los señalamientos de las perforaciones, sólo que ahora lo hacen velozmente, rebasando las especificaciones de la Semarnat y convirtiéndose en una bomba de tiempo agravada porque se ubica bajo del Tren Maya.
Dos instancias más: la Dirección de Protección Civil y de Tránsito, adscrita a la Secretaría de Seguridad Pública municipal, hacen caso omiso a la falta de señalamientos para los tubos colocados en medio de la carretera federal, sin carril de protección y con fosos que el peatón debe cruzar en frágiles tablas de maderas, omisiones aún más peligrosas durante la noche.
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