El fallecimiento del ingeniero Marciano “Chano” Toledo dejó una lucha inconclusa: la batalla contra el sistema de parquímetros de Playa del Carmen y la concesión de Playaparq, que continúa enfrentando el rechazo de la población. Toledo, reconocido activista y político local, abanderó hasta sus últimos días como regidor en la administración de Lili Campos el movimiento para frenar los abusos del sistema, incluyendo la polémica inmovilización de vehículos como medida sancionadora.
En septiembre de 2024, durante una sesión extraordinaria del cabildo, Toledo propuso modificar el Reglamento de Tránsito para prohibir las “arañas” que inmovilizan automóviles, medida que irrita tanto a ciudadanos como a turistas. Aunque pidió valentía a sus colegas para escuchar a la ciudadanía, fue abandonado por la mayoría de los regidores, dejando en evidencia la falta de respaldo a una demanda social evidente: “El 90% de la población está en contra de los parquímetros”, subrayó Toledo entonces.
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Solo Gabriel Mendicuti Loría, también regidor, lo apoyó en su intento por limitar los privilegios de Playaparq, mientras figuras como Anaiza Quiam Medina, ahora regidora bajo la presidencia de Estafanía Mercado, prometieron analizar el tema, pero no concretaron acciones.
El sistema de parquímetros y su concesión a Playaparq no solo afectan el turismo, sino que siguen siendo un tema de indignación ciudadana. ¿Habrá un nuevo líder que tome la bandera de Toledo en esta lucha? La promesa de justicia sigue en el aire, mientras los intereses de Playaparq parecen pesar más que las voces de Solidaridad.