El destino turístico de Tulum, reconocido por sus playas y atractivos naturales, atraviesa una evidente crisis. La ocupación hotelera ha registrado un descenso constante en las últimas semanas, según el Sistema de Información Turística de Quintana Roo: del 62.6 % a finales de julio al 49.2 % entre el 27 de septiembre y el 3 de octubre de 2025.
Los visitantes nacionales denuncian precios excesivos, restricciones en el acceso a playas y experiencias de discriminación, mientras que algunos negocios locales han cerrado o reducido operaciones. En redes sociales, circula un video de comerciantes pidiendo disculpas al turismo nacional “por tratarlos mal todo este tiempo”, lo que ha generado críticas sobre la “burbuja económica e inmobiliaria” que habría explotado en el destino.



La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, señaló que la secretaria de Turismo ya está en diálogo con hoteleros de la zona para atender estas denuncias y revisar la situación en espacios como el Parque del Jaguar, donde también se reportan problemas de acceso y señalización.
Analistas y medios locales advierten que la crisis de Tulum refleja problemas estructurales: precios desproporcionados, falta de infraestructura y atención al turismo nacional, junto con desafíos ambientales como el sargazo y la inseguridad.