La pareja conformada por Justin Raiford y Jared Hill, originarios de Texas, Estados Unidos, vivieron una mala experiencia durante sus vacaciones en Tulum, pues Hill fue revolcado por una ola que lesionó su cuello y le ocasionó una parálisis al instante.
Además de lidiar con la incertidumbre de la supervivencia de Jared, la pareja se enfrentó a la inadecuada atención del sistema de salud en México. En la plataforma Go Fund Me se encuentra una petición a nombre de Justin Raiford, novio de Jared, en la cual solicitan ayuda económica a los usuarios para poder pagar los gastos de la recuperación de Hill, la cual derivó del accidente acontecido el 12 de febrero de 2024 en la playa de Tulum y que cambió radicalmente su experiencia de viaje.
“Gracias a la tenacidad de los médicos, amigos y familiares, y después de 7 días de cuidados intensivos, Jared fue evaluado médicamente con éxito, de México a los EE. UU. Actualmente se encuentra en la neuro UCI del Houston Hermann Memorial, recibiendo la mejor atención posible mientras se prepara. para otra cirugía una vez que su cuerpo esté lo suficientemente estable. Ya ha progresado: pasó de estar inmóvil a dar sus primeros pasos (asistidos) en dos semanas”, se lee en la petición alojada en Go Fund Me.
De acuerdo a lo relatado por Justin Raiford al medio Inside Edition Digital, con motivo de su cumpleaños, él y Jared Hill decidieron tomar vacaciones en Tulum, uno de los destinos más concurridos por el turismo estadounidense y europeo. A su llegada, el 12 de febrero de 2024 decidieron acudir a la playa para nadar, pero la actividad provocó cansancio a Raiford, quien decidió alejarse por un momento.
“Escuché una voz dentro de mí que decía: ‘Tienes que vigilarlo’”, recordó Raiford al medio de comunicación, por lo que decidió voltear a ver a su pareja. ese momento se percató de la llegada de una ola de gran tamaño que atrapó a Jared y lo arrastró hacia el interior del océano.
Raiford menciona que se lanzó al rescate de Hill, pero la fuerte ola lo imposibilitó de mover su cuerpo para salir del agua. Después de realizar un gran esfuerzo, logró regresar con Jared a la playa, donde comenzó a pedir ayuda.
Ante esto, el gerente de un hotel se acercó a la pareja para ver lo que ocurría. Justin le pidió llamar a una ambulancia para atender a Jared, por lo que el hombre se retiró con la aparente intención de atender su petición, pero los minutos transcurrieron y ningún especialista arribó al lugar.
Al notar la desesperación de Jared por el dolor que sentía, así como la ausencia de la ambulancia, Justin decidió ir por su teléfono y llamar al encargado del hotel en el que se hospedaron. Cuando pudo entablar comunicación, le contó los detalles de la situación y le pidió ayuda, por lo que el hombre respondió: “Déjame ver si puedo ayudarte”.
Minutos después, el encargado del hotel respondió por WhatsApp con un mensaje que decía “Llamé al gerente general y descubrí que no habían llamado a la ambulancia”, aunque fue borrado de la conversación tiempo después.
Tras ver la falta de ayuda, Justin llamó a la Cruz Roja y la ambulancia llegó tres horas después, sumado a más de una de traslado, cuando llegaron a la unidad médica, según contó Raiford, uno de los médicos se negó a bajar a Jared del vehículo a menos que realizara un pago de USD 5 mil. Fue así que se vio obligado a desembolsar dicha cantidad.
Después de realizar una tomografía, los médicos comunicaron que el trauma que Jared sufrió con el movimiento de la ola le provocó la fractura de las vértebras C1, C5, C6, así como C7. De igual manera, tenía una lesión en la médula espinal.
“Ellos decían: ‘Esto es realmente malo. No podemos ayudarle’”, recordó Justin.
A pesar de que Justin alegó contar con un seguro internacional que cubriría al 100 por ciento los gastos, en el hospital se negaron a atender a Jared. La pareja decidió acudir a otro hospital, aunque no mencionó a cuál.
En este hospital, un neurocirujano les dijo que debían realizar una cirugía de emergencia, pero el personal retrasó dicho procedimiento por más de un día. Posteriormente, Justin logró encontrar a un médico que hablaba inglés, el cual le comunicó que la indicación del director del hospital era la de cobrarles USD 20 mil para poder programar la cirugía.
“Literalmente sólo querían dinero en efectivo para poder hacer la operación, y esto es en un hospital donde se supone que la gente debe preocuparse por el bienestar y la vida de las personas”, declaró.
Después de realizar el pago, los médicos realizaron la cirugía el 14 de febrero, pero las noticias y el panorama no dejaban de ser desfavorables. El neurocirujano le comunicó a Justin sobre el riesgo que corría la vida de Jared, aunque también notó las condiciones de poca higiene en las que operaba el personal de la unidad médica.
“No usan guantes. No se lavan las manos. No usan EPP (…} Tuve que rogarle a la gente que estaba allí que no lo tocara con las manos desnudas en la UCI. Tiene una lesión en la médula espinal y una incisión al lado del cerebro. No podemos tener las manos desnudas. Yo estaba como, ‘¿Qué tipo de UCI es esta? Esta no es una zona segura en absoluto’”, declaró.
Tras varios días, Justin pudo resolver el traslado de Jared a los Estados Unidos. Una vez que llegó a Texas, expresó, la experiencia y la atención en torno al paciente, la cual mejoró de manera notable.
“Había tres enfermeras allí para hacerle una evaluación de todo el cuerpo, limpiarlo, tomarle todos los signos vitales y empezar a administrarle líquidos. En 10 minutos llegó un neurocirujano a la habitación para examinarlo. Le hicieron pruebas hasta las 3:30 de la madrugada. Fue muy caótico y agotador, pero fue lo que le salvó la vida”, recordó.
Las consecuencias de la mala atención en México fueron evidenciadas en la evaluación realizada por los médicos en los Estados Unidos. Ante ello, tomaron la decisión de intervenir de emergencia, pues el personal descubrió coágulos de sangre en los pulmones. También se percataron de que, debido a las condiciones insalubres de atención, Jared contrajo meningitis.
“Cuando por fin pudieron operarlo descubrieron que las piezas de titanio que colocaron en México no sólo eran del tamaño incorrecto, sino que estaban en los lugares equivocados. Lo quitaron todo. Instalaron nuevas piezas, fusionaron su C1 y C2 y le pusieron una placa en la parte posterior de la cabeza”, dijo.
Tras unas semanas de recuperación, Jared comenzó a evidenciar progresos en su recuperación. Por la terapia física y de ocupación ha podido volver a sentir sus extremidades e incluso dar sus primeros pasos de manera asistida. Por ello, en la petición de apoyo financiero, Justin Raiford expuso que:
“Aunque su progreso es milagroso, a Jared todavía le queda una larga recuperación por delante (…) si bien aún no se puede calcular completamente el costo total de la atención, sí sabemos que será alto para Jared debido a la larga recuperación de las cirugías y la rehabilitación física que le espera. Por eso le pedimos su ayuda aportando cualquier contribución financiera que pueda para la recuperación de Jared”.
Con información de Infobae
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