“Kiro” saltó a los principales espacios en medios de comunicación de México, luego de que en abril de 2022 fue encontrado deambulando solo en el Fraccionamiento Las Américas en el Municipio de Ecatepec, Estado de México.
El león africano (Panthera leo), en ese entonces de ocho meses de nacido, se desplazaba con mucha dificultad debido a su avanzado estado de deshidratación y desnutrición, que no le permitió una buena formación de músculos y huesos, además de que presentaba lesiones neurológicas avanzadas por golpes contusos, con intención y dirección, de quien posiblemente lo echó a la calle.
A 10 meses de su rescate, el cachorro conocido como el león de Ecatepec, que seguramente nació en algún traspatio o jaula de azotea, sigue luchando por una segunda oportunidad de vida en la Fundación Invictus, donde lleva un arduo proceso de rehabilitación.
Frente a una computadora, Erick Acoltzin Chávez, coordinador del Área de Bienestar Animal y Dietología de este Centro de Rescate, Recuperación y Reubicación ubicado en Pachuca, Hidalgo, nos muestra los resultados de la última tomografía tomada al cráneo de “Kiro”, bautizado así porque significa luz brillante en japonés.
“Aquí podemos apreciar justamente los orificios que tenemos en el cráneo, éstos derivados de los impactos que recibió en su momento; a pesar de que ésta es una tomografía reciente, seguimos viendo esas aberturas, esos pequeños orificios en el cráneo”, indicó.
El biólogo explicó que el daño neurológico del león, ahora en etapa adolescente, se refleja en su estructura ósea, con un crecimiento anormal del esqueleto y la cabeza, “con una boca muy grande y los dientes, que no están del todo correctos”.
Detalló que los golpes en el cráneo afectaron además el nervio óptico de ambos ojos, ya que cuando el ejemplar llegó estaba prácticamente ciego.
“Todavía estamos haciendo el intento, estamos empleando la medicina integral regenerativa, y ya logramos recuperar un ojo”, comentó.
Erick Acoltzin Chávez destacó que “Kiro” creció bastante en los últimos meses, al pasar de 40 a 75 kilogramos de peso, que “son muy buenos”.
“Tenemos una masa corporal bajita, en cuanto a musculatura, estamos bajitos, pero justamente es por las condiciones que presenta el león”, señaló.
Agregó que después de tener un pico en su rehabilitación, hoy “Kiro”, registra una recaída, pero sigue sin darse por vencido.
“Ya teníamos una locomoción acelerada, no llegando a correr, pero sí caminando un poquito más rápido, ahora tenemos la esperanza de que podamos volver a ese momento”, manifestó.
El coordinador del Área de Bienestar Animal y Dietología de la Fundación Invictus, reveló que el león africano come siete kilogramos diarios de una dieta baja por su estructura ósea, que no es muy fuerte, de carne roja sin hueso, pescado, pollo, conejo, codorniz y suplemento de calcio.
Subrayó que la meta es lograr su rehabilitación total y que pueda ser enviado al santuario de grandes carnívoros más importante del mundo, ubicado en Denver, Colorado, The Wild Animal Sanctuary, con el fin de que pueda vivir en semilibertad a lado de los suyos.
“Primero tiene que rehabilitarse, esa es una cuestión importantísima, estar al 100 por ciento, y posteriormente ya haremos los trámites pertinentes para poderlo mandar al santuario”, resaltó.
La Fundación Invictus agradece cualquier donativo o aportación que se pueda brindar a “Kiro”.
Las redes sociales de contacto en Twitter y Facebook son: @FundacinInvict1 y www.facebook.com/fundacion.invictus.
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