Vivir la adrenalina a su máxima expresión, eso fue lo que sucedió con una mujer de nacionalidad rusa que se lanzó en paracaídas, pero no abrió como se esperaba…
El momento en que la mujer se lanza desde una altura de 200 km/h fue grabado el pasado 2 de octubre por los instructores. Según datos ofrecidos en las redes sociales el suceso se dio en Kémerovo, muy cercana a Novosibirsk.
El video, que se viralizó, fue compartido por el instructor de paracaidismo Nikita Kudriashov en su canal de YouTube.
#Tendencia | EN VIDEO | Terror en el aire: Mujer saltó de un avión y no logró abrir su paracaídas, la salvó su instructor pic.twitter.com/Kc74AO2hPb
— Caraota Digital (@CaraotaDigital) October 9, 2023
En el material se observa que el instructor guía a la mujer, que se lanza… después de unos segundos que para ella fueron eternos, se observa que no abre el paracaídas.
¿Se mató?”, fue la pregunta entre los usuarios al reproducir el video…
Sin embargo, en ese momento apareció la mano salvadora del instructor, que tomó a la mujer y la salvó de morir.
Algunos de los usuarios han indicado que la mujer se habría desvanecido en el aire, por ello no activó el paracaídas; sin embargo, hasta el momento no se ha confirmado tal versión.
“Son dos tirantes rojos uno cerca del hombro y otro a la cadera .. en ningún momento la mujer movía los brazos hacia alguno , andaba sin rumbo. Bueno a ese hombre le debe la vida”, comentó Sabidurias del Alma.
“Yo veo lo mismo… desde el salto se vió sin control, por eso la rápida reacción del que tiene experiencia”, expuso Milton Infante Rubio.
Entre las reglas básicas del paracaidismo está el verificar el buen estado del equipamiento, esto debe de hacerse antes de ponérselo, antes de embarcar y antes de saltar para evitar imponderables.
Además, los expertos recomiendan que este deporte se debe practicar como edad mínima desde los 15 años.
Antes de llevarlo a cabo, no se debe de consumir ninguna sustancia que impida una atención total.
Mientras está uno en el avión “hay que guardar la calma y concentrarse”. Y al aterrizaje, “lo primero que toca tierra, son los pies”.
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