Entre los más de 4 millones de documentos hackeados por el grupo Guacamaya a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) se reveló que desde el Campo Militar No. 1 en la Ciudad de México se ha dado la venta de armas a criminales.
Se detalla en un informe de inteligencia del 10 de junio de 2019 que la Sedena tuvo conocimiento de que un militar ofrecía equipo táctico, armas y granadas, además de proporcionar información de movilidad y operativos de fuerzas armadas a una célula de un cártel del narcotráfico que tiene su base en Tejupilco, Estado de México.