Al menos cuatro mil 473 mujeres fueron víctimas de feminicidio en América Latina durante 2021, informó ayer la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
La cifra representa un promedio de 12 muertes violentas de mujeres por razones de género por día en la región, según un informe del Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe (OIG) de la Cepal.
“El feminicidio o femicidio persiste como una realidad y no se observan señales claras de que el fenómeno vaya en disminución”, dice el reporte.
En 2021, las mayores tasas de feminicidio en América Latina se registraron en Honduras (4.6 casos por cada 100 mil mujeres), República Dominicana (2.7 casos), El Salvador (2.4), Bolivia (1.8), Brasil (1.7) y México (1.6).
En el Caribe, Belice y Guyana presentan las mayores tasas, 3.5 y 2.0 por cada 100 mil mujeres, respectivamente.
Las cifras “son inaceptables”, dice José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo de Cepal, citado en el texto.
Las adolescentes y jóvenes de entre 15 y 29 años componen el tramo etario en que se concentra la mayor proporción de casos de feminicidio.
“La violencia por razón de género contra mujeres y niñas tiene lugar de forma sistemática y persistente en la región; no conoce fronteras, afecta a mujeres y niñas de todas las edades y se produce en todos los espacios, desde el ámbito doméstico hasta los espacios públicos”, advierte el informe de la Cepal.
De los datos recogidos, más de cuatro por ciento de los casos corresponden a niñas menores de 14 años.
El texto también refleja que al menos 781 menores perdieron a su progenitora a causa de una muerte violenta, aunque sólo diez países cuentan con registros sobre estos datos.
“Ante el silencio estadístico en la mayoría de los países, fueron las organizaciones y las activistas feministas quienes iniciaron el camino de recopilar datos y construir información sobre feminicidios en varios países de la región”, señala.
Las estadísticas, que revelan “la persistencia de patrones culturales patriarcales, discriminatorios y violentos”, dan cuenta de cómo está la situación en la región, pero los datos, ha alertado la organización, tienen que servir para el “diseño de políticas públicas integrales sobre violencia contra las mujeres y las niñas”.
“Nuestra obligación es redoblar esfuerzos para que las mujeres y niñas de nuestra región puedan ejercer verdaderamente su derecho a vivir una vida libre de violencia y discriminación”, agregó Salazar-Xirinachs.
Todos los países de la región han ratificado la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer y la Convención de Belém do Pará, y todos cuentan con legislación enfocada a poner fin a la violencia de género, añade el organismo.
El feminicidio persiste como una realidad y no se observan señales claras de que vaya en disminución”, advierte un informe difundido ayer por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
En este contexto, Marcela Villalobos, presidenta de Amnistía Internacional México, alertó que, en medio de la militarización en nuestro país, los feminicidios siguen imparables. “Decir que se está aplicando una política para erradicar la violencia contra las mujeres, al mismo tiempo que se empodera a las Fuerzas Armadas, que se les dan más recursos y funciones en las calles, es totalmente contradictoria”, afirmó en entrevista con Pascal Beltrán del Río para Imagen Radio.
En 2021, las mayores tasas de feminicidio en AL se registraron en Honduras (4.6 por cada 100 mil mujeres), Dominicana (2.7) y El Salvador (2.4). El grupo de 15 a 29 años concentra los casos.