Soportó los fuertes vientos, el frío y el oleaje en medio de unos roqueríos en el sur de Chile, pero resistió. Una difícil misión de rescate tuvo un final feliz y la perrita varada en una roca en el mar ganó otra oportunidad para vivir.
Y también un nuevo nombre: Sirena.
Bomberos del municipio sureño de Hualpén y efectivos de la Marina encabezaron el rescate, muy complejo por las condiciones del lugar en torno a islotes y roqueríos en la desembocadura del río Biobío, uno de los principales cursos de agua del país sudamericano a unos 500 km al sur de la capital Santiago.
El éxito de la misión se logró tras varios intentos debido a malas condiciones meteorológicas de mar y viento, dijo la autoridad marítima de la zona, que ya había hecho un primer intento el miércoles por la tarde.
“Procedimos a navegar por el río Biobío para llegar al sector de la desembocadura y proceder a tratar de efectuar el rescate. Las condiciones en el área de operación fueron complejas”, dijo el capitán del puerto de San Vicente, Norman Ahumada.
“Presentamos bastante oleaje, pero gracias a la valentía del personal naval, nadadores de rescate —apoyados por personal de Bomberos— logró ser factible efectuar el rescate”, añadió.
La perra, de color negro y tamaño mediano, fue rescatada mojada y tiritando. Medios locales publicaron que estuvo varada hasta cuatro días, pero el capitán dijo que ellos recibieron el aviso el miércoles por la tarde.
Agrupaciones animalistas y visitantes del lugar habían dado aviso a las autoridades para pedir que rescataran al animal, que fue sometido a una revisión, recibió primeros auxilios tras el operativo y será entregado en adopción.