Genaro García Luna es un exfuncionario mexicano que se desempeñó como Secretario de Seguridad Pública durante el gobierno del expresidente Felipe Calderón, desde 2006 hasta 2012. Sin embargo, su carrera en el servicio público ha sido cuestionada debido a sus vínculos con el narcotráfico y los escándalos de corrupción en los que se ha visto involucrado. Este día una Corte estadunidense le halló culpable.
García Luna, quien fuera secretario de Seguridad Pública durante el sexenio de Felipe Calderón, estudió ingeniería mecánica, pero abrazó la carrera policial donde tuvo una actuación destacada durante los sexenios panistas; en diciembre de 2019 fue detenido en la localidad de Grapevine, Texas, acusado de corrupción.
En México, el caso más relevante del exfuncionario policíaco, ocurrió en diciembre de 2005, cuando encabezó un montaje televisivo durante la aprehensión de la ciudadana francesa, Florence Cassez y su pareja Israel Vallarta, acusados ambos de secuestro.
En 2013, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ordenó la liberación de Cassez, al comprobarse el montaje, lo que obligó a suspender la sentencia de 60 años de prisión a la que se había hecho acreedora.
Originario de la CDMX, García Luna nació el 10 de julio de 1968, es ingeniero mecánico por la Universidad Autónoma Metropolitana, fue director de la Agencia Federal de Investigación (AFI), del 2005 al 2006.
A él le correspondió presentar, el 7 de marzo de 2007, la Estrategia Integral para la Prevención del Delito y Combate a la Delincuencia.
Entre sus aspiraciones estuvo dirigir la Interpol y fue candidato al puesto en el 2004. Fue coordinador general de Inteligencia para la Prevención de la Policía Federal Preventiva.
También ocupó la subdirección de Protección, jefe del Departamento de Investigación Técnica de la Dirección de Servicios Técnicos e investigador de Asuntos Extranjeros, dentro del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen).
Cursó estudios de control de vuelo en el Centro de Estudios Aeronáuticos, tiene diplomados en Información e Investigación en el Cuerpo Nacional de la policía española, además de otro curso sobre control de armas y explosivos impartido por la Organización de los Estados Americanos (OEA).
Después de prestar servicios en el Cisen, en 1999, se incorpora a la Policía Federal Preventiva, que incorporó a la Policía Federal de Caminos, una brigada militar y elementos de esa oficina formaron la Coordinación de Inteligencia para la Prevención, que dirigió García Luna.
Sus reconocimientos provienen del mismo aparato del Estado, a través del Cisen. Una condecoración al Mérito Policial con Distintivo Rojo por el Cuerpo Nacional de Policía de España. Así como de diversos organismos estadounidenses, colombianos y alemanes, entre ellos el FBI, la DEA y la Interpol.
Ha escrito varios libros: “Por qué 1,661 corporaciones de policía no bastan?”, “El Nuevo Modelo de Seguridad para México” y “Seguridad con bienestar”.
En diciembre de 2019, García Luna fue arrestado en Estados Unidos por cargos de narcotráfico y corrupción. Según la acusación presentada por la Fiscalía de Nueva York, durante su mandato como Secretario de Seguridad Pública, García Luna habría aceptado sobornos millonarios del Cártel de Sinaloa, a cambio de permitir que sus operaciones de narcotráfico se llevaran a cabo sin interferencia policial. También se le acusaba de haber mentido en su solicitud de residencia permanente en Estados Unidos al ocultar sus vínculos con el narcotráfico.
Desde entonces, García Luna ha estado detenido en Estados Unidos, y su juicio se había retrasado varias veces debido a la pandemia de covid-19 y otros problemas legales. Mientras tanto, en México, su nombre sigue apareciendo en diversos escándalos de corrupción relacionados con el gobierno de Calderón, lo que provocó críticas y demandas por parte de la sociedad civil para que se investigue a fondo su actuación como funcionario público.
En resumen, la trayectoria de Genaro García Luna ha estado marcada por la polémica y la sospecha de corrupción y vínculos con el narcotráfico, y su detención en Estados Unidos ha puesto en tela de juicio la integridad y eficacia de las políticas de seguridad implementadas durante el gobierno de Calderón.
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