Wendy Marcos, comerciante local, compartió los retos que enfrentan los pequeños negocios tras el Día de Reyes. Aunque se ha visto afluencia de turistas en la 5ª Avenida, en el centro de la ciudad las ventas no alcanzan los niveles esperados, operando apenas al 50% de su capacidad.
“Por las mañanas hay algo de movimiento, pero por la tarde baja mucho. Antes la actividad se mantenía constante hasta marzo; ahora, cerramos un turno y hasta un día a la semana para reducir costos”, señaló.
Además, mencionó que gran parte de su clientela, compuesta en un 80% por locales y un 20-30% por turistas, ha reducido su consumo debido a la cuesta de enero. Esto ha llevado a los comerciantes a ajustar precios con incrementos moderados de entre 5 y 20 pesos por platillo para no perder competitividad.
“La inflación nos afecta, pero no podemos subir demasiado los precios porque estamos a una cuadra de la Quinta Avenida, donde se triplican. Aquí, en el mercado municipal, debemos mantener costos bajos para sobrevivir”, afirmó.
La rotación de empleados también representa un desafío. “Es muy flotante. Muchos trabajan una semana y no regresan. Esto nos afecta porque somos pequeños comerciantes, y parece que no le toman la seriedad”.
A pesar de las dificultades, los comerciantes locales esperan que el turismo y las ventas repunten para marzo, como suele ocurrir en temporadas pasadas.