Por: Abimael CHIGO TEMÍCH.
En la plaza de la colonia de Villas del Sol, hay un perro en color café, “no tiene nombre, aquí se la pasa, a veces le invitamos de comer” contó una mujer que acomoda vehículos y cuida motocicletas en el estacionamiento, y el can, dormita fuera en la entrada principal del súper Chedraui.
Cuando el sol sube alto y pega fuerte, éste busca la sombra, o si llueve accede a la plaza y deambula en sus pasillos, hasta ahora, nadie lo ha sacado a patadas “y ojalá no lo hagan, es chistoso y hasta da gusto ver a una mascota caminar sola por este pasillo” contó don Arturo, un hombre entrada en años que detuvo sus pasos y le prodigó cariños.
El domingo por ejemplo la lluvia sorprendió al perro, se pegó a los cristales enormes de las puertas para que el agua no llegase y mojara su pelaje, imposible, el agua cayó a cántaros, en algún momento cuando las puertas se abrieron, ingresó.
Allí iba el perro entre la gente, que indiferente hizo como si nada, algunas veces la nobleza toca los corazones de los seres humanos, y permiten estas cosas, en aras del bienestar de estos seres.
En medio de tanto, la empatía con nuestros semejantes y los otros seres creados por Dios, se niega a morir, un tributo a las mujeres y hombres que hacen por los demás, cómo esa tarde que el perro pudo resguardarse sin ser mojado por la lluvia.
Que el amor y la nobleza toque los corazones de quienes tienen el poder de decidir, para que el perro se guarde de la lluvia y encuentre pronto un hogar generoso, sobre las calles caminan y brillan, las almas buenas, mujeres y hombres a los que les ha sido dado el don de ayudar…, así nomás.
Fraccionamiento Villas del sol. Marzo 4 de 2024.
Te puede interesar Leer