Luego que los japoneses derrotaran a la selección mexicana este lunes, no se notaron nada cansados al dejar en el diamante un día después, a los seleccionados de Estados Unidos en la final del Clásico Mundial de Béisbol (WBC por sus siglas en inglés), finalizando con un marcador en la pizarra por 3 carreras contra 2, favoreciendo a los Samurái.
Este martes 21 de marzo, los comandados por Hideki Kuriyama, se convirtieron en tricampeones del World Baseball Classic, al coronarse en un dramático partido que dejo a una sola carrera a los Estadounidenses de ser lo reyes de la loma.
Todo parecía indicar que Estados Unidos, se llevaría la corona en esta edición del Clásico Mundial de Béisbol, abriendo el marcador con un batazo de Turner, que mando la paloma a las gradas anotando la primera carrera en la segunda alta del encuentro, pero la reacción no se hizo esperar tan solo en la segunda baja, Murakami con un madero solido les respondió con un Home Run empatando el juego.
En la cuarta baja Japón demostraba porque llegaron invictos a la final del Mundial de Béisbol, tomando la ventaja con otro vuela cercas por parte de Okamoto, dándole la ventaja por 3 carreras contra 1.
Fue hasta la octava alta que la novena de las barras y las estrellas despertaron mandando a doña blanca a las gradas por parte de Schwarber, acercando a su equipo al empate, pero Arenado, Realmuto y Mullins no pudieron hacer nada ante el buen picheo de los japoneses.
Ya para el cierre del juego, la novena japonesa puso quieto a los Estadounidenses, con un doble play dejando quietos a Witt Jr (quien entró de cambio por McNeil) y a Betts, la última esperanza llegaba por parte de Trout, pero el picheo de Ohtani le dio el tricampeonato a los Samurái, llevándose la copa del World Baseball Classic hasta Japón.