Los habitantes afectados por el super tifón Fung-wong comenzaron a evaluar los daños este lunes después de que una de las tormentas más poderosas del año en Filipinas dejara como saldo de cinco personas fallecidas, aunque todavía no se han reportado grandes destrozos.
El tifón Fung-wong arremetió la noche de ayer domingo contra la costa este del archipiélago como un “supertifón”, arrancando árboles e inundando comunidades enteras. Tocó tierra pocos días después de que el tifón Kalmaegi golpeara las islas centrales de Filipinas, dejando al menos 224 muertos.


Desde la provincia norteña de Cagayan hasta la golpeada isla de Catanduanes, más de mil kilómetros al sur comenzaron las tareas de limpieza. En tanto, el jefe provincial de rescate de Cagayan, Rueli Rapsing, dijo a la AFP que inundaciones repentinas en la provincia vecina de Apayao causaron el desbordamiento del río Chico, obligando a los pobladores a buscar sitios elevados.
Más de 5.000 personas habían sido evacuadas antes de que se desbordara el río Cagayan en la pequeña ciudad de Tuguegarao, que quedó “bajo el agua”, según Rapsing. En la provincia de Aurora, donde Fung-wong tocó tierra, el rescatista Geofry Parrocha dijo que estaban evaluando los daños.



Fung-wong se dirige ahora a Taiwán, donde deberá descargar lluvias torrenciales en el norte y este, anticipó la Administración Meteorológica Central de la isla. Se espera que descargue 350 milímetros de lluvia en un período de 24 horas, indicó a AFP el meteorólogo Lee Kuan-ting.
Cerca de 5 mil personas serán evacuadas en tres pueblos del condado oriental de Hualien, según el funcionario gubernamental Lee Kuan-ting. Esos pueblos se encuentran cerca de una barrera lacustre que se rompió en septiembre y mató a 19 personas durante las intensas lluvias causadas por el supertifón Ragasa.
Mientras tanto, en la provincia de Cagayan la gente se albergada en un centro de evacuación debido al temor a una inundación. En un video verificado por AFP mostró una iglesia en la ciudad rodeada de agua luego que las inundaciones repentinas alcanzaron su entrada.


Cabe recordar que, en dias anteriores, el tifón Kalmaegi provocó grandes inundaciones en las islas filipinas de Cebú y Negros. La tormenta dejó al menos 224 muertos y 109 desaparecidos, según cifras del gobierno actualizadas el domingo.
El presidente Ferdinand Marcos anunció el lunes que el “estado de calamidad nacional” declarado por Kalmaegi sería extendido por un año entero.
Con información de AFP






