Una tragedia ha conmocionado a Nassau, Florida, después de que una madre adolescente de 17 años asesinara a su propio bebé de nueve meses al poner fentanilo en su leche con la intención de hacerlo dormir. Los hechos ocurrieron el pasado mes de junio, pero solo recientemente fueron revelados por las autoridades.
La madre adolescente, cuya identidad se mantiene en reserva debido a su edad, confesó a la policía que suministró fentanilo a su bebé con el fin de que se durmiera, ya que ella estaba muy cansada y quería tomar una siesta. Según las autoridades, la joven madre fue arrestada por cargos de homicidio agravado y posesión de una sustancia controlada.
El alguacil del condado de Nassau, Bill Leeper, expresó su consternación ante este trágico suceso, comentando: “Desafortunadamente, algunos bebés nacen de personas que no tienen por qué ser padres”.
Los hechos se desencadenaron el 26 de junio, cuando los agentes de policía respondieron a una llamada al 911 informando sobre un bebé inconsciente. Al llegar a la residencia, encontraron al pequeño de nueve meses sin signos vitales y procedieron a realizarle maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP).
A pesar de los esfuerzos realizados, el bebé fue llevado al hospital, donde los médicos confirmaron su fallecimiento. Se realizaron estudios para determinar la causa de la muerte, lo que llevó a revelar la perturbadora verdad detrás de este trágico suceso.
Durante el interrogatorio, la madre adolescente inicialmente afirmó desconocer qué había sucedido, alegando que había acostado a su bebé para que durmiera y que ya no volvió a despertar. Sin embargo, los resultados de los análisis forenses recibidos el 10 de julio revelaron la presencia de fentanilo en la sangre del bebé, confirmando que la causa de su muerte fue una sobredosis de este opiáceo sintético.
Además, se descubrieron restos de fentanilo en el biberón utilizado por el bebé en su última alimentación. La botella fue enviada al Departamento de Cumplimiento de la Ley de Florida para realizar pruebas adicionales.
Ante la evidencia forense y los resultados de laboratorio, la madre adolescente fue convocada nuevamente el martes 11 de julio para rendir declaración. Durante el interrogatorio, la joven cambió constantemente su versión de los hechos, cayendo en contradicciones hasta que finalmente confesó su terrible acto. Afirmó haber llenado el biberón con fórmula y luego añadió una pequeña cantidad de la sustancia que creía que era cocaína, encontrada en una botella de pastillas en el baño.
Las autoridades continúan investigando este trágico caso, mientras la madre adolescente enfrenta graves cargos legales por la muerte de su propio hijo.
Con información de Heraldo de México