Una propuesta de reforma a la Ley Federal del Trabajo (LFT) busca regular las plataformas digitales de reparto y transporte en México. El objetivo es que estas empresas reconozcan a sus conductores y repartidores como trabajadores formales, con acceso a seguridad social, vacaciones, aguinaldo y otras prestaciones.
Sin embargo, la posible aprobación de esta ley encendió las alarmas entre las compañías, que advierten que, de implementarse, los costos operativos aumentarían y podrían trasladarse al consumidor, encareciendo el servicio.

El dictamen fue aprobado en comisiones del Senado y se espera que sea votado en el Pleno. La iniciativa ha sido impulsada por legisladores de Morena, quienes aseguran que no se pretende afectar a los usuarios, sino garantizar los derechos laborales de los repartidores y choferes que actualmente laboran sin contrato, prestaciones ni seguridad social.
En contraste, representantes de Uber, Didi y Rappi insisten en que los colaboradores valoran la flexibilidad del modelo actual y que convertirlos en empleados fijos podría reducir sus ingresos y su autonomía.
Mientras tanto, miles de usuarios y trabajadores esperan con incertidumbre el resultado de esta reforma que podría transformar por completo el modelo de trabajo digital en México.