En una reciente declaración, el secretario de Seguridad Pública de Solidaridad, Raúl Tassinari, destacó los avances y los retos que enfrenta la corporación policial, así como los esfuerzos interinstitucionales para atender problemáticas sociales que afectan a la población.
Tassinari reconoció que, aunque se han mejorado los recursos disponibles para los agentes, aún persisten carencias. “El desgaste dinámico que tiene diariamente nuestro personal es considerable. Sin embargo, se están recibiendo nuevos implementos, y para el próximo año se contempla una adquisición adicional que será entregada por la presidenta municipal, Estefanía Mercado“, señaló.
En cuanto al equipamiento de seguridad, el funcionario adelantó una buena noticia: en diciembre llegará un nuevo lote de armas largas y cortas para reforzar la capacidad operativa de los agentes en las calles. Además, subrayó que se mantendrá la colaboración con la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) para capacitar al personal en el manejo adecuado de armamento automático.
Un enfoque integral para problemas sociales
Más allá del equipamiento y la capacitación, Tassinari destacó la preocupación por los problemas emocionales y sociales que enfrentan los habitantes del municipio, especialmente en asentamientos irregulares como Los Sauces y Las Torres. “La depresión es una problemática que se intensifica en esta temporada, una época particularmente sensible para muchas personas que viven lejos de sus familias”, explicó.
Para abordar esta situación, se planea una reunión con el secretario de Salud y el director del DIF municipal. El objetivo es diseñar estrategias conjuntas que ayuden a prevenir y atender casos críticos, trabajando desde un enfoque integral que priorice el bienestar emocional de los ciudadanos.
Playa del Carmen, al ser un municipio multicultural que recibe a personas de diversas partes del país y del mundo, enfrenta retos únicos. Las autoridades buscan reforzar tanto la seguridad como el tejido social, atendiendo las necesidades de una comunidad que, pese a su diversidad, comparte vulnerabilidades comunes.
El compromiso es claro: garantizar un entorno más seguro y emocionalmente estable para quienes han hecho de este destino turístico su hogar.