De acuerdo con informes preliminares, el padre Pablo se habría sentido mal de salud durante la semana pasada, y este motivo lo llevó a Querétaro, donde falleció, al parecer por complicaciones cardiacas.
Playa del Carmen. El sacerdote católico Pablo Pérez Guajardo, férreo crítico a los Legionarios de Cristo y al obispo de Quintana Roo Pedro Pablo Elizondo Cárdenas falleció en la ciudad de Querétaro a los 63 años víctima de un paro cardiaco.
Tenía 28 años de sacerdote, fue ordenado por Juan Pablo II, licenciado en filosofía y la licenciatura en teología dogmática en la Pontificia Universidad Gregoriana de los jesuitas de Roma, despertó la envidia de la Prelatura de Quintana Roo por su crítica a los abusos sexuales del padre Marcial Maciel.
Fuertemente criticado por exhibir a los curas pedófilos ante Benedicto XVI.
“Y con valor para desafiar a imponentes organizaciones católicas al romper su mito fundacional. Yo lo abrazo como mi libertador, pues abrió mis ojos a la verdad y me lanzó a superar el temor reverencial”, dice parte de una declaración emitida a un medio local.
Fue famoso en Playa del Carmen por predicar el amor como piedra angular de las relaciones humanas, al presidir un matrimonio gay pero sobre todo por ser un notable luchador de las causas sociales.
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Denunció la corrupción al interior del Hospital General de Playa del Carmen, dirigido por el médico Francisco José Granados y el administrador Dante Cervera, así como un crítico a lo que consideró los excesos de la presidente municipal de Playa del Carmen Laura Beristain.
“Tengo por templo los parques y las playas. Por oficina, las banquetas de la calle. Mi equipo secretarial, el teléfono móvil. Un estuche de una cuarta de largo basta para el pequeño cáliz, la patena, un poco de vino y las hostias, el misal mensual, los óleos en breve contenedor de pastillas, la estola y una simple cruz”: Pedro Pablo Pérez Guajardo.