El entramado involucra a la notaria 27 de Playa del Carmen a cargo del licenciado Miguel Mario Angulo Sala, hermano de la regidora de Solidaridad, Samaria Angulo Sala,y al magistrado Miguel Mario Angulo Sala, padre del notario.
Playa del Carmen, Quintana Roo.– Ian Fautsch Domínguez, sacado a la fuerza de su domicilio por parte de elementos de Seguridad Pública de Solidaridad el 21 de junio de 2019, confirmó que la familia de la regidora Samaria Angulo Sala es parte de un ilícito que involucra a más funcionarios que operaron para despojarlo de su domicilio en Playa El Secreto.
El entramado involucra a la notaría 27 de Playa del Carmen a cargo del licenciado Miguel Mario Angulo Sala, hermano de la regidora de Solidaridad, Samaria Angulo Sala, en donde se reescrituró la propiedad con documentos falsos, y que según el afectado se detectó a tiempo lo que evitó un primer intento de invasión, pero el caso es retomado por Miguel Mario Angulo Sala, padre del notario.
Ian Fauch Domínguez explicó que ellos poseen una escritura del año 1990 que es cuando el padre del afectado compró la propiedad, después se inscribe una escritura pública, un “poder falso” en una notaría con fecha 12 de enero de 2010, según el expediente penal de 2011.
Visiblemente toda esta operación de compraventa es un intento de invasión, denunció el afectado, ya que en el mismo 2010, después de inscribir su escritura apócrifa al Registro Público y con complicidad del Registro Público intentan invadir la propiedad y nosotros llamamos a la fuerza pública y evitamos la invasión del predio.
El afectado también explicó que tras denunciar y comprobar la falsificación de una firma en un documento, los magistrados en Chetumal no son capaces de ordenar arrestos contra los delincuentes sino que afirman que no hay delito, que no hay despojo porque el propietario conservó el predio.
Esto, señaló corresponde al modus operandi de una invasión, falsificación de documentos e invasión del predio que se encuentra en estado de abandono o solitario. El predio está valuado en un millón de dólares, en 2010, pero la compraventa que ellos simulan es por 900 mil pesos, por lo menos 10 o 15 veces menos que el precio real.